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Dejan sin apoyo a los deportados

domingo, 5 de marzo de 2017 · 00:00
AGENCIA REFORMA
Ciudad de México

Sin familia, dinero o casa, regresaron hace meses al país sólo para unirse a los 2 millones de desempleados. Son mexicanos que fueron repatriados por autoridades migratorias de EU y que ahora se autocalifican como "los olvidados”.

‘Necesito vivienda, asesoría’
Cuando Eleazar Hernández se acomodó Estados Unidos, vendió lo que tenía en México. Doce años después regresa sin tener un lugar para vivir, por lo que su hermano lo hospeda en un pequeño departamento.
Para este migrante, el haber sido deportado no es su única desgracia. En año y medio no ha logrado conseguir empleo y el medicamento que requiere a causa de un accidente que le lastimó la columna le genera gastos mensuales por hasta 16 mil pesos.
En Wisconsin tenía tres empleos: en un restaurante, en una constructora y en una tienda de pintura.
Aquí, en su país, se conformaría con tener aunque sea un empleo.
"Necesito apoyo médico, asesoría legal, vivienda. Las condiciones en las que estoy son muy difíciles”, externa.
"Escuché al secretario de Gobernación (Miguel Ángel Osorio) decir que ya habían acomodado a varios de los repatriados, pero me gustaría saber a quién y en dónde. No conocemos a alguien que esté acomodado por parte del Gobierno federal”, cuestiona.

‘Somos extranjeros en nuestro país’
Después de vivir 17 años en Washington, una mañana de octubre fue detenido afuera de su casa por agentes de Migración, quienes lo deportaron.
En labores de construcción y pintura ganaba al mes 2 mil 800 dólares, y aquí, por tres días de trabajo, apenas alcanza los 50 dólares.
Gustavo Lavariega está consciente de que no puede regresar a Estados Unidos porque, si lo agarran, tendría que ir a la cárcel cinco años.
Sin embargo, lamenta, no ve en México las oportunidades para desarrollarse como presume el presidente Enrique Peña.
"Tengo que hacerme fuerte y a la idea de que todo va a estar bien. Somos extraños, somos extranjeros en nuestro propio país”, expresa.
Así como el Gobierno destinó mil millones de pesos a los consulados para ayudar a connacionales, el migrante considera que debería haber una partida para quienes están regresando, pues el Fondo para Migrantes, manejado por los estados, no alcanza.
"Las remesas que yo mandé ayudaron a este país, ahora nosotros necesitamos apoyo. Necesitamos un fondo o algo más real. Oportunidades de empleo; dicen que somos mano de obra calificada, pero no vemos respaldo”, agrega.

‘No te aceptan en ningún lado’
Ana Laura López dejó México hace 15 años, tiempo en el que vivió en Chicago, donde fue vendedora, obrera e instructora en derecho laboral y violencia doméstica.
En octubre de 2016, Migración la detuvo cuando caminaba por la calle e inmediatamente la deportó, sin permitirle ver a sus dos hijos de 15 y 13 años.
"Ha sido difícil, pasas por depresión. Es terrible el cambio de vida, de un día para otro ya no estar con tus hijos, no tener nada, ni donde vivir”, cuenta.
Hoy, lo que ve no le gusta: acudió a la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades del Gobierno capitalino, a fin de obtener recursos del Fondo de Apoyo a Migrantes, pero le pidieron un sin fin de documentos que, al estar fuera más de una década, no tiene.
Luego le dijeron que los recursos se agotaron y que regrese a finales de 2017, pero para esa fecha ya habrá pasado el año al que tiene derecho para registrar su proyecto.
El año pasado, a las 32 entidades les destinaron 300 millones de pesos para apoyar a los migrantes en retorno.
"Debe de haber programas más reales. Cómo me voy a integrar a la vida económica, cómo voy a tener ingresos si no te aceptan en ningún lado”, afirma.

‘Debe Gobierno cumplir’
Cada semana, afuera del Museo Franz Mayer, en la Ciudad de México, Alejandro Ochoa se reúne con unos 15 deportados que tienen algo en común: dejaron a dos o más hijos menores de edad en Estados Unidos y no encuentran trabajo.
Él fue detenido y repatriado al país en marzo de 2015. Luego, cruzó dos veces más la frontera, pero nuevamente fue deportado, la última vez en septiembre pasado.
Reconoce que aquí difícilmente ganará los mil 300 dólares semanales que obtenía en Nueva York por trabajar en una constructora y un restaurante.
Sin embargo, el mexicano confía en que las autoridades ayudarán al grupo de deportados para abrir su propia empresa de servicios.
"Podemos armar nuestra propia empresa y autoemplearnos. Tenemos que seguir la vida, adaptarnos, pero ellos (el Gobierno) deben poner más empeño, cumplir con lo que están pregonando de que no estaremos desamparados”, critica.

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