Opera UNAM espina bífida en fetos

AGENCIA REFORMA

Ciudad de México

Tres fetos de entre 20 y 26 semanas de gestación fueron operados por especialistas de la UNAM mediante cirugía fetal para corregirles la espina bífida, una malformación congénita que ocurre cuando la columna vertebral del bebé no se forma normalmente en el primer mes del embarazo.

La espina bífida, también conocida como mieloneningoceles, afecta en México a uno de cada mil embarazos, lo que significa unos 250 mil casos al año.

Esto significa que diariamente nacen cinco niños en el país con ese problema, reveló en conferencia de prensa el doctor Rogelio Cruz Martínez, investigador clínico asociado a la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo del Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional.

Quienes padecen espina bífida presentan una apertura en la espalda, malformación invalidante que ocasiona discapacidad motora, hidrocefalia, daño neurológico, incontinencia urinaria y fecal, e invalidez motora en las piernas, abundó el especialista.

Cruz Martínez, quien desde 2012 inició el proyecto de cirugía fetal para atender enfermedades letales, diseñó el año pasado el proyecto nacional de corrección intrauterina de espina bífida, en coordinación con un grupo de especialistas en neurocirugía fetal de Chile y la UNAM.

Mediante el proyecto se evaluaron 30 casos de mujeres embarazadas cuyos fetos tenían pronóstico de espina bífida, hidrocefalia y falta de movilidad en las piernas.

Tres fetos fueron seleccionados para ser intervenidos por el equipo de expertos para practicarles corrección intrauterina.

De los fetos intervenidos, dos nacieron sin ninguna complicación los pasados 21 y 27 de febrero mediante cesárea y pesaron 2 y 2.8 kilos, respectivamente.

Al nacer, los bebés presentaron cicatrización en la espalda, donde se practicó la cirugía para corregir la malformación. Además, no presentaron signos de hidrocefalia y registraron adecuada movilidad en las piernas.

El tercer feto intervenido se encuentra todavía en desarrollo dentro del vientre de su madre.

El especialista relató que esa cirugía debe realizarse en el periodo que va de la semana 20 a la 26 de la gestación, que es cuando se puede incidir mejor en el desarrollo del feto.

Los médicos realizan una herida de 15 centímetros en el vientre de la madre, explicó el especialista, extraen el útero y, mediante una apertura de tres centímetros, reparan la malformación.

Enseguida, se devuelve el útero a la madre para que el feto continúe su desarrollo. Todo el procedimiento quirúrgico dura dos horas.

Tras concluir la cirugía, los médicos realizan el seguimiento semanal del desarrollo fetal y programan el nacimiento del bebé vía cesárea, una vez concluida la gestación.

"Posicionar al bebé (bocabajo) es muy difícil y es complicado hacer la maniobra para mantenerlo en esta posición al momento de hacer la cirugía; los bebés que seleccionamos tenían un defecto alto a nivel lumbar, pronóstico de hidrocefalia grave, y no tenían movilidad en las piernas", abundó Cruz Martínez.

"La hidrocefalia se genera porque el defecto de la columna genera la pérdida del líquido del cerebro que va a través de la médula espinal y se pierde. Cuando se corrige el defecto en la columna, se quita la hidrocefalia; el problema es que cuando se corrige este problema después del nacimiento, persiste la hidrocefalia".

Las intervenciones a los tres fetos no tuvieron costo y se llevaron a cabo en Querétaro. Las madres son provenientes de esa entidad, Sonora y la Ciudad de México.

Para dar seguimiento, los menores serán inscritos al programa de neurohabilitación neonatal, coordinado por Thalía Harmony Baillet, directora de la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo del Instituto de Neurobiología de la UNAM.

"Ellos tienen que tener un seguimiento de su neurodesarrollo; es muy importante vigilar que tengan un adecuado desarrollo neurológico, cognitivo, auditivo, conductual, y que cuando empiecen a caminar hagan una marcha adecuada", agregó el médico.

Cruz Martínez destacó que con los tres casos México ha debutado en neurocirugía fetal.

Subrayó que los especialistas aún enfrentan el reto de desarrollar técnicas de intervención menos agresivas para la madre y apostar por desarrollar la misma técnica con agujas endoscópicas y heridas milimétricas.