Se prenden energéticos

AGENCIA REFORMA

Monterrey, N. L.

Durante el 2017, el bolsillo del consumidor, el comerciante y el industrial no sólo se vio afectado por el "gasolinazo”.

También por los incrementos de doble dígito que tuvieron todos los energéticos: gas natural, gas LP, electricidad y combustibles, en general, desde las gasolinas hasta la turbosina.

Al cierre de febrero pasado, el precio de la gasolina Magna subió 23.5 por ciento anual; el del gas natural residencial, 36 por ciento, y la tarifa eléctrica Doméstica de Alto Consumo (DAC), en 37.7 por ciento anual en marzo.

Para el sector industrial, las variaciones porcentuales al alza fueron más elevadas.

Por ejemplo, los cobros por consumo eléctrico en horario base e intermedio se elevaron en 92 por ciento anual y el gas natural en 77 por ciento.

Ante este escenario, Guillermo Dillon, director de la Cámara de la Industria de Transformación (Caintra), dice que hay algunos focos de alerta porque al sector industrial se le ha encarecido la operación.

Explica que la fórmula para el precio de los energéticos se basa en referencias internacionales, pero también con ingredientes mexicanos, y son estos últimos los que les preocupan.

"Donde tenemos mayor preocupación, sin duda, es en aquellos (energéticos) que por cuestiones coyunturales en México se han acentuado más los incrementos, que las propias referencias internacionales”, considera.

Armando Llamas, director del Centro de Estudios de Energía del Tecnológico de Monterrey, señala que la fórmula de los combustibles está compuesta por los precios internacionales, pero también por impuestos federales.

Los combustibles aumentaron iniciando el año, porque los precios de referencia se cotizan en dólares, y con la depreciación del peso, hubo una afectación, pero también porque el IEPS aumentó.

El golpe fue mayor porque los precios de las gasolinas estuvieron subsidiados y contenidos mucho tiempo.

Esta misma situación se repitió con los precios del diesel y, en menor medida, con otros combustibles, como la turbosina de Pemex.

También se incrementó el precio del gas natural de referencia y el del combustóleo; estos dos energéticos son utilizados, a su vez, para generar electricidad.

"En los combustibles, los de las gasolinas es un nicho aparte, porque el Gobierno le puso un mayor impuesto, que antes era un IEPS variable, que se ajustaba para que el precio de la gasolina fuera aumentando de a centavitos cada mes, pero cambiaron las reglas y se puso un IEPS fijo.

"De manera paralela, se recupera el precio del combustóleo, que va ligado al precio del petróleo y por eso un alza mayor”, agegó Llamas.

El también miembro del Colegio de Ingenieros Eléctricos de México describe que la electricidad doméstica sigue subsidiada, principalmente por temas políticos.

"A esa no le ajustan porque es la que consumen 35 millones de usuarios, pues es una decisión política, que tiene un fuerte subsidio de alrededor del 50 por ciento”, añade.

"Sin embargo, el alza que se vio en el resto de los energéticos considero que sí va a tener un costo político”.

Guillermo Dillon dijo que hay que encender la "luz amarilla”, porque con estos costos de energéticos México pierde competitividad, sobre todo en un momento en donde la política de EU ha amenazado a la inversión extranjera que se viene al país.