Nacional
¿Por qué nos hemos dividido?.- Malala
AGENCIA REFORMA
Ciudad de México
Desde México, Malala Yousafzai hace un llamado contra el odio y la intolerancia.
En su primera visita al país, la joven paquistaní, que en 2014 ganó el Premio Nobel de la Paz, acude al auditorio del Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe que luce repleto de estudiantes y académicos que la esperaron por horas.
Durante el encuentro, un estudiante le pregunta su opinión sobre la amenaza del presidente Donald Trump de construir un muro en la frontera con México, y sobre sus políticas discriminatorias.
"Siempre he creído en el amor, en la armonía, en vivir juntos y en ocasiones miro a un mapa del mundo y me pregunto, si todos somos humanos, ¿por qué nos hemos dividido?, ¿por qué hay odio en nombre de la religión, en el nombre de diferentes nacionalidades, en el nombre del color de la piel?”, responde la joven, cuya plática se transmitió en todos los campus.
"Hay odio que está presente, hay división que está presente, y yo pienso que sí, que debemos estar orgullosos de nuestra religión, de nuestra cultura y de nuestras tradiciones, de nuestras nacionalidades, pero este odio que existe debe ser inaceptable, porque es realmente dañino para un individuo que haya odio en su corazón”.
Malala, quien desde los 11 años de edad es promotora del derecho a la educación, en especial el de las niñas, lamenta que haya personas en diferentes países que sean tan ignorantes y duras en sus políticas y en sus comentarios hacia los inmigrantes, sin entender el sufrimiento por el que ha pasado la gente para dejar sus países.
"La gente no deja sus países por razones sencillas sino por razones difíciles, hay guerras y conflictos, sus vidas están en peligro, no pueden ir a la escuela, no están seguros y todo el mundo tiene el derecho a estar seguro y a recibir educación, el derecho a vivir su vida, es el derecho de todo ser humano”, comenta.
La paquistaní, quién está a punto de ingresar a la Universidad de Oxford en el Reino Unido, relata su historia de vida ante la audiencia, su lucha personal contra el régimen Talibán que prohibió que las niñas fueran a la escuela, lo que derivó en que fuera víctima de un atentado.
Asegura que este episodio sólo engrandeció su voz, demostrando a los talibanes que no la iban a silenciar, por lo que llama a las niñas a alzar sus voces.
Ayer, antes de dar su conferencia en el Tec de Monterrey, que fue retrasada cinco horas debido a que su vuelo fue desviado a Cancún la noche anterior, la joven fue recibida por el presidente Enrique Peña Nieto, a quien expuso que debía ser prioritario que niños desplazados y refugiados recibieran educación.
Es lo mismo que ha planteado a otros líderes mundiales.
"Para mí, lo más importante es llevar mi mensaje. Creo que no hay necesidad de ser tímida, no hay necesidad de dudar, cuando hablas desde tu corazón, cuando estás hablando en nombre de millones de niños y niñas que no pueden ir a la escuela. Así es que no necesito ser tímida delante de ningún primer ministro o presidente, porque ellos son responsables, ellos deben escucharnos y deben escuchar las voces de los niños. Cuando yo les hablo, levanto las voces de esos niños”, menciona.
Una y otra vez, Malala entusiasma a la audiencia, sobre todo cuando hace énfasis en lo poderosas que eran las mujeres y que podían lograr cualquier cosa si se lo proponían.
En una oportunidad afirma que el Fondo Malala, que opera en varios países para garantizar el derecho a la educación en varios países, pronto estará también en México.
Malala hace referencia a que ciudades como México le recordaban localidades paquistaníes como Karachi, tanto por lo coloridas como por su gente.
Ciudad de México
Desde México, Malala Yousafzai hace un llamado contra el odio y la intolerancia.
En su primera visita al país, la joven paquistaní, que en 2014 ganó el Premio Nobel de la Paz, acude al auditorio del Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe que luce repleto de estudiantes y académicos que la esperaron por horas.
Durante el encuentro, un estudiante le pregunta su opinión sobre la amenaza del presidente Donald Trump de construir un muro en la frontera con México, y sobre sus políticas discriminatorias.
"Siempre he creído en el amor, en la armonía, en vivir juntos y en ocasiones miro a un mapa del mundo y me pregunto, si todos somos humanos, ¿por qué nos hemos dividido?, ¿por qué hay odio en nombre de la religión, en el nombre de diferentes nacionalidades, en el nombre del color de la piel?”, responde la joven, cuya plática se transmitió en todos los campus.
"Hay odio que está presente, hay división que está presente, y yo pienso que sí, que debemos estar orgullosos de nuestra religión, de nuestra cultura y de nuestras tradiciones, de nuestras nacionalidades, pero este odio que existe debe ser inaceptable, porque es realmente dañino para un individuo que haya odio en su corazón”.
Malala, quien desde los 11 años de edad es promotora del derecho a la educación, en especial el de las niñas, lamenta que haya personas en diferentes países que sean tan ignorantes y duras en sus políticas y en sus comentarios hacia los inmigrantes, sin entender el sufrimiento por el que ha pasado la gente para dejar sus países.
"La gente no deja sus países por razones sencillas sino por razones difíciles, hay guerras y conflictos, sus vidas están en peligro, no pueden ir a la escuela, no están seguros y todo el mundo tiene el derecho a estar seguro y a recibir educación, el derecho a vivir su vida, es el derecho de todo ser humano”, comenta.
La paquistaní, quién está a punto de ingresar a la Universidad de Oxford en el Reino Unido, relata su historia de vida ante la audiencia, su lucha personal contra el régimen Talibán que prohibió que las niñas fueran a la escuela, lo que derivó en que fuera víctima de un atentado.
Asegura que este episodio sólo engrandeció su voz, demostrando a los talibanes que no la iban a silenciar, por lo que llama a las niñas a alzar sus voces.
Ayer, antes de dar su conferencia en el Tec de Monterrey, que fue retrasada cinco horas debido a que su vuelo fue desviado a Cancún la noche anterior, la joven fue recibida por el presidente Enrique Peña Nieto, a quien expuso que debía ser prioritario que niños desplazados y refugiados recibieran educación.
Es lo mismo que ha planteado a otros líderes mundiales.
"Para mí, lo más importante es llevar mi mensaje. Creo que no hay necesidad de ser tímida, no hay necesidad de dudar, cuando hablas desde tu corazón, cuando estás hablando en nombre de millones de niños y niñas que no pueden ir a la escuela. Así es que no necesito ser tímida delante de ningún primer ministro o presidente, porque ellos son responsables, ellos deben escucharnos y deben escuchar las voces de los niños. Cuando yo les hablo, levanto las voces de esos niños”, menciona.
Una y otra vez, Malala entusiasma a la audiencia, sobre todo cuando hace énfasis en lo poderosas que eran las mujeres y que podían lograr cualquier cosa si se lo proponían.
En una oportunidad afirma que el Fondo Malala, que opera en varios países para garantizar el derecho a la educación en varios países, pronto estará también en México.
Malala hace referencia a que ciudades como México le recordaban localidades paquistaníes como Karachi, tanto por lo coloridas como por su gente.
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