Astrónomos viajeros en Baja California

domingo, 23 de octubre de 2016 · 00:00
Por Marco Arturo Moreno Corral

Actualmente planear un viaje puede parecer complicado, sin embargo, no lo es si se compara con todo lo que había que hacer para viajar en siglos anteriores, cuando no existía infraestructura carretera ni redes ferroviarias, por lo que desplazarse dentro de países como el nuestro, tenía que hacerse "a lomo de mula”, aunque cuando era posible, convenía más hacerlo en barco. 

Los viajes entonces resultaban peligrosos y duraban meses o incluso años. Por ejemplo, viajar de la Ciudad de México a la Península de Baja California llevaba meses, no obstante, a pesar de esas grandes dificultades, los astrónomos de entonces hicieron viajes verdaderamente épicos, con el objeto de observar fenómenos celestes como los eclipses o los tránsitos planetarios.

Uno de los problemas fundamentales de la astronomía en el siglo XVIII, era determinar la distancia real que hay entre el Sol y la Tierra, pues una vez conocida, podría calcularse con precisión la existente entre los otros planetas y nuestra estrella y así, saber las dimensiones verdaderas del sistema solar. 

El único método que entonces existía para encontrar esa distancia, era observar con gran cuidado el tránsito de Venus frente al disco solar, fenómeno en el que visto desde la Tierra, ese planeta se interpone entre el Sol y nosotros, lo que es muy poco frecuente, pues desde que inventaron los telescopios, solamente ha sucedido en ocho ocasiones.

En junio de 1769 ocurriría uno de esos raros sucesos, el cual sería visible en su totalidad desde la parte sur de la Península de Baja California, razón por la que con anticipación, diferentes grupos de astrónomos europeos hicieron planes para viajar hasta nuestra tierra y realizar aquellas observaciones. Por razones de política imperial, el rey español negó la autorización a los ingleses que pretendían hacer el viaje a esta península. Tras diversas negociaciones entre los monarcas de España y de Francia, el primero autorizó que viajara a California -que era como entonces se designaba a estas tierras- una comisión de astrónomos franceses, pero puso la condición de que fueran acompañados por astrónomos españoles, que ejercerían funciones de vigilancia para que aquellos no se desviaran nada de la ruta que se les trazó, ni pudieran obtener información sobre la Nueva España y sus riquezas.

Viaje de Velázquez
De manera completamente independiente y por razones de la política que estaba siguiendo el rey español en nuestra península, después que expulsó de todos sus dominios a la orden religiosa de los jesuitas, viajó a ella Joaquín Velázquez de León, con la encomienda de estudiar, organizar y optimizar las explotaciones mineras que entonces había en esta parte del Imperio Español. 

Este personaje era un criollo novohispano cuya familia se había dedicado a la minería, por lo que él era un experto en ese campo, sin embargo, tenía gran interés en la ciencia y particularmente en la Astronomía, disciplina a la que desde 1755 había encaminado sus esfuerzos. 

Para lograrlo, se había formado de manera autodidacta en las ciencias exactas. Ese interés lo hizo estar bien enterado de la importancia que tenía observar aquel tránsito venusino, por lo que al margen de su comisión oficial a Baja California, hizo planes para estudiar aquel suceso. 

El viaje que Velázquez de León realizó para llegar hasta esta península, muestra claramente las dificultades que en ese tiempo tenían que enfrentar los viajeros, y como además también ilustra el estado de conocimiento que entonces se tenía de estas tierras, resumiremos los hechos principales de él.

Después de muchos preparativos, el viaje se inició cuando salieron de la Ciudad de México el 5 de abril de 1768. Su destino era llegar por tierra al Puerto de San Blas en el actual Estado de Nayarit, donde se embarcaron para cruzar el Golfo de California, llegando a las costas de la península el 14 de junio de aquel año, así que entre su salida de la capital del país y su arribo a estas tierras, transcurrieron 71 días. Una vez que llegaron, Velázquez de León decidió instalarse en la Hacienda de Santa Ana, localizada al sur de La Paz. Ese sitio era entonces un Real de Minas, lo que significa que ahí había explotación minera organizada. En la actualidad esta población ya no existe, solamente quedan ruinas de ella y algunas rancherías en sus alrededores.

En el reporte que posteriormente  dirigió al virrey novohispano, Velázquez de León le hizo saber que desde ese sitio no podía observarse el tránsito en su totalidad, ya que al sur de él existían montañas que lo tapaban antes de que se ocultara en el horizonte, por lo que tuvo que buscar un lugar cercano, donde si pudiera contemplar todo el fenómeno astronómico, así que con sus delicados instrumentos, se vio obligado a escalar un cerro con alcanzaba los novecientos metros, que era el de mayor altura al occidente de Santa Ana. 

En territorio bajacaliforniano
Desde su cumbre, pudo ver el Golfo de California y la Ensenada de Cerralbo (actualmente conocida como Bahía Ventana), además, comprobó que la puesta del Sol ocurría limpiamente en el Océano Pacífico, así que resultaba el lugar ideal para llevar a cabo la observación de aquel tránsito venusino, razón por la que días antes del suceso astronómico, habilitó una enramada y despejó la zona, para poder instalar sus instrumentos.

El 3 de junio de 1769 ocurrió aquel fenómeno. Para su estudio, Velázquez de León contó con dos telescopios, un reloj de péndulo, un termómetro y un barómetro. Instalado cómodamente y después de aplicarse "unas gotas oftálmicas” y usar filtros de vidrio que ahumó para oscurecerlos, realizó las observaciones y determinó los tiempos exactos en que Venus entró al brillante disco solar viéndose proyectado sobre él, el que duró en cruzarlo y finalmente el de salida. Estos eran precisamente los datos que los astrónomos requerían para hacer los cálculos que les permitirían determinar la distancia entre el Sol y la Tierra, así que el trabajo astronómico de nuestro personaje resultó exitoso.

Por su parte la expedición franco-española se instaló en San José del Cabo, lo que resultaría catastrófico para sus miembros, pues en aquellas fechas esa población sufría los embates de una epidemia que diezmaba a sus habitantes. 

Varios de los astrónomos que la integraban enfermaron, incluso la mayoría murió, pero lograron realizar las observaciones.  A pesar de tan infausto suceso, gracias a la intervención de Velázquez de León, sus resultados y los del propio astrónomo novohispano, finalmente llegaron a París, donde fueron publicados, junto con los de otros expedicionarios que habían viajado a otras partes del mundo para observar ese tránsito de Venus.

Velázquez de León también aprovechó su estancia en nuestra península, para observar dos eclipses de luna, lo que le permitió fijar con la precisión de aquella época, las coordenadas geográficas del lugar, contribuyendo así al conocimiento cartográfico de la Antigua California. Igualmente intentó observar el tránsito del planeta Mercurio que ocurrió el 9 de noviembre de 1769, pero la presencia de nubes y vientos huracanados se lo impidieron.

Es relevante indicar, que hasta donde se ha podido investigar, los datos que Velázquez de León obtuvo desde su observatorio cercano al Real de Santa Ana sobre el tránsito de Venus, son los primeros obtenidos de un proyecto astronómico en territorio bajacaliforniano, que circularon en la literatura astronómica mundial, quizá anticipando la importancia que estas tierras habrían de tener para la astronomía, pues casi doscientos años después, gracias a las condiciones climáticas y meteorológicas de la Península de Baja California, se instaló aquí el Observatorio Astronómico Nacional. En efecto, nuestro personaje escribió que mientras estuvo en la población de Santa Ana, ocupaba las noches en continuas observaciones de aquel cielo califórnico, cuya limpieza y serenidad, le motivaban para hacerlo.

Astrofísico e investigador del Instituto de Astronomía, campus Ensenada, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

mam@astrosen.unam.mx

...

Comentarios