Pasión por el aprendizaje:

La pasión, el aprendizaje y las artes, son algunos elementos que envuelven la vida de la primera actriz Ana Karina Guevara, quien además ha tenido una vida en la que ha destacado el amor de su familia y la confianza de sus amigos. 

El arte de actuar es un delirio para ella, por lo que compartió a El Vigía algunas reflexiones sobre su experiencia en la actuación, la evolución del cine en México y su personalidad fuera de los escenarios. 

Ensenadense de nacimiento y adoptada por la Ciudad de México, la también directora y productora de teatro entretejió su vida profesional en forma cercana con la pintura, poesía y música, disciplinas que son parte de su crecimiento personal y actoral, además de que la ayudaron a experimentar e imaginar su propia "banda sonora”. 

La obra fue transmitida en diferentes recintos, con la propuesta de un equipo de actores y dirección especializado. 

"Es un proyecto que se logró y se hizo una labor importante con el DIF de la Ciudad de México. Logramos hacer un equipo de actores”, recordó.

La obra fue triunfadora en dos aspectos importantes: el rol artístico y un recibimiento positivo por parte del público. 

El argumento principal fue el suicidio infantil, que en palabras de la actriz es "un tema doloroso” porque asusta y es un tema del que nadie quiere hablar. 

"El eslogan de la obra es ‘Si hablar duele, callar mata’. Es la invitación a poner el tema sobre la mesa. Sigue vivo el proyecto y lo llevaremos a escena el siguiente año. Es difícil levantar un proyecto de teatro, pero a veces uno quiere decir algo. Es importante.

"Uno tiene una herramienta que es la palabra y el mensaje que llega al público. Qué mejor que a través de las emociones. Cuando un actor abre el corazón y conmueve al público, la memoria nacional no se olvida nunca. Eso es lo poderoso de llevar ese mensaje  a través del teatro”, compartió.

La actriz analizó que cada personaje interpretado le ha dejado un aprendizaje, porque para llevarlos a cabo abre su mente y alma, para dejar entrar esa esencia y poder transmitir con realidad un determinado tema. 

"Vivir desde adentro diferentes personajes. Ése es el regalo. Atravesar por ese dolor es muy complicado, pero si uno sabe aquilatar cada uno de esos personajes valora más la vida. Te dejan una riqueza como ser humano”, agregó. 

Consideró que la actuación es una vocación importante que se convierte en estilo de vida, en el que no debe descuidar la preparación, pues para lucir la excelencia se debe mostrar una formación.

"Van de la mano la experiencia y la formación académica, tener talento y echarle ganas, pero tener una formación sin estructura, sin renovación, no sirve de nada. Le sumaría contar con un trabajo personal con el terapeuta o (de tipo) espiritual”, mencionó.

Esa misma energía y exigencia se debe ver en el cine, prosiguió, y ver éste arte como una industria fuerte de trabajo. 

"Éste país debería ver al cine como industria (pero) bajaron el presupuesto a la cultura. Todo movimiento de artistas estamos firmando cartas a la Cámara (de Diputados), porque se ‘ahorca más’ en vez de fomentar.

"Lo importante son los maestros, porque pueden comprender y hacer que comprendan. El teatro siempre es un ritual para mí, no sólo las funciones sino todo lo que engloba. Es sagrado. Los cimientos, conocimientos, maestros...”, expresó. 

Ana Karina es una mujer apasionada por su trabajo, no obstante, se permite tener tiempo libre en compañía y en soledad, con la intención de nutrirse de elementos que refresquen su mente y espíritu. 

"Me gusta ir al cine, estar con mis amigos, en silencio y sobre todo cuando tengo mucho trabajo, necesito momentos de recuperarme”, mencionó sobre la forma en que dedica horas para ella.

 

De sus lecturas, uno de los libros que más ha marcado su vida es ‘Mujeres que corren con lobos’, de la escritora Clarissa Pinkola Estés. 

"Lo subrayo. Lo vuelvo a leer desde hace muchos años. Me recuerda lo primigenio, el tema de los rituales que a veces se nos olvidan”.