Poesía, cultura y reflexión

Por Heberto Peterson Legrand

El insigne poeta chileno, Pablo Neruda, escribió un hermoso poema titulado "Oda al pan” y que a continuación me permito transcribir:

"Oh pan de cada boca/no te imploraremos los hombres /no somos mendigos de vagos dioses o de ángeles oscuros;/del mar y de la tierra haremos pan/plantaremos de trigo la tierra y los planetas/el pan de cada boca/de cada hombre/en cada día/llegará porque fuimos a sembrarlo/y a hacerlo/no para un hombre sino para todos/el pan/el pan/para todos los pueblos y con él lo que tiene forma y sabor de pan repartiremos/la tierra/la belleza/el amor//todo eso tiene sabor de pan/forma de pan/germinación de la harina/todo nació para ser compartido/para ser entregado/para multiplicarse por eso/pan/si huyes de la casa del hombre/si te ocultan/te niegan/si el avaro te prostituye/si el rico te acapara/si el trigo no busca surco y tierra pan/no rezaremos/pan/no mendigaremos/lucharemos por ti con otros hombres/con todos los hambrientos por todos los ríos y el aire iremos a buscarte toda la tierra te repartiremos para que tu germines/y con nosotros avanzará la tierra ;el agua/el fuego/ el hombre lucharán con nosotros”. Hasta aquí Neruda.

Jesús hizo el milagro de repartir y multiplicar el pan entre sus seguidores y nos dejó el mensaje: "Lo que hagáis a tu prójimo me lo haces a mi” .

Conozco muchas organizaciones que sí trabajan por auxiliar al hermano necesitado y justo es que se les reconozca aunque ellas no lo estén pidiendo.

Sin embargo, por otra parte, estamos inmersos en un mundo donde cada vez menos tienen casi todo y la inmensa mayoría carece de lo más esencial, la pobreza y las emigraciones cubren la faz de la tierra.

¿En cuantos hogares tiramos lo que nos sobra o cuantas veces trayendo unas monedas somos incapaces de dárselas al necesitado porque "a lo mejor las quiere para alimentar sus vicios”? Juzgamos a priori y pagan justos por pecadores.

Y qué decir de ese otro pan, el de la cultura, que no tiene sabor para algunos políticos y hombres de empresa. En sus presupuestos no es tomada en cuenta o las asignaciones son ridículas y más bien les estorban.

Indudablemente que Pablo Neruda si viviera y se lo propusiera nos obsequiaría con una bellísima "Oda a la cultura”.

Ese otro pan que debe alimentar el espíritu humano, ayuno de cultura, raquítico, famélico, impedido muchas veces de alimentar y enriquecer el tejido social porque a falta de pan para su cuerpo, su inteligencia apagada, su voluntad, debilitada y sus carentes fuerzas eclipsan la creatividad en potenciales escritores, dramaturgos, músicos, escultores, artistas que no tienen oportunidad de expresarse a través de su arte.

Porque hoy queremos formar un hombre nuevo para la productividad, pésimamente pagado, explotado, hecho un robot producto de una tecnología que desplaza al hombre que piensa, ríe y sufre.

Hoy debemos formar hombres y mujeres que crean más en el tener que en el ser, que sean diestros para producir necesidades superfluas y desconozcan las necesidades del espíritu.

¡Como falta el pan en muchas mesas de nuestra aldea global! ¡Como hay espíritus sin alma, vacíos, estériles, egoístas que sólo existen para consumir drogas y otras sustancias!

 

Deben tener acceso, no sólo a una cultura del entretenimiento sino a una cultura que nos permita madurar, ser creativos e imaginativos.

"Oda al Pan” que alimente al hombre integral, al hombre amante de los valores trascendentes y humanos que nos deben hermanar y permitir desarrollar todas nuestras potencialidades para hacer del hombre y la mujer cada día más personas.   

Escritor ensenadense.