Arteoficio

La vocación de los espacios

domingo, 27 de noviembre de 2016 · 00:00
Por Lauro Acevedo

Hago énfasis como fechas importantes 9 y 10 de noviembre del presente año, pues en ellas se realizó, dentro de las instalaciones del Centro Social, Cívico y Cultural Riviera de Ensenada, un evento muy importante. 

Con esa pasión que encauza, basada en el amor a la tierra donde he crecido y dentro del Primer Congreso Sobre Patrimonio Histórico y Cultural de Baja California, debo tocar un tema actual que permanece en la mente de sectores interesados de la comunidad de Ensenada.

Una zona específica de este bello puerto ha consolidado con el paso de la breve historia, su vocación en la presentación de espectáculos internacionales, conferencias, congresos y cursos, es la Manzana 8 del plano urbano.

Ésta fue solicitada en su momento al Gobierno del Estado para la construcción de un Centro Estatal de las Artes (Ceart) segundo en su género en la entidad.

Con el paso del tiempo se construyeron, uno en Tijuana y otro en Playas de Rosarito, ambos completos.  

Existe, sin embargo, un pero muy grande en el de Ensenada; por razones poco claras, quedó inconcluso. Le falta más de la mitad del proyecto, las aulas para proporcionar capacitación profesional no fueron construidas.

No hay una manifestación concordante del por qué no se concluyó esta obra, y sí se concluyeron los dos centros posteriores. 

Solidaridad al Ceart 
Además de esta controvertible omisión de las autoridades estatales, sucede otro hecho que agrava la situación de la Manzana 8. La pretensión por parte de organismos empresariales con apoyo de las autoridades de turismo municipal y estatal, de construir un museo dedicado a las carreras de off road. 

Las que se realizan en el puerto, en una porción muy pequeña de la Manzana 8, (1,064 metros cuadrados) espacio totalmente insuficiente para la realización de una obra de tal magnitud, la comunidad inmediatamente manifestó su clara inconformidad con dos abrazos al edificio actual del Ceart, donde se habló con intermediarios del gobierno, sobre la factibilidad de que ese museo para que se desarrolle a futuro se construya en otro terreno, adecuado a su desarrollo, que a la vez propicie el florecimiento del entorno. 

Los abrazos  no dijeron que no al museo, a lo que se opusieron tajantemente fue a que se construya en esa pequeña porción, puesto que esta está destinada para las Bellas Artes, salvaguardando el espacio para que se construya a la mayor brevedad la parte que le falta al centro. 

Dadas estas situaciones se creó un conflicto entre los intereses de los ciudadanos y el de los empresarios, sobre todos de los hoteleros, donde el único resultado o sugerencia por parte de las autoridades de Turismo, es que si no se quiere que se haga en la ciudad de Ensenada, se llevará a otro municipio que sí lo acepte. 

Posición un tanto equivocada, puesto las manifestaciones no se oponen a la construcción del museo en el puerto, sino a que se construya en esa zona. 

Los manifestantes han aclarado en repetidas ocasiones no estar en contra de la construcción de una sala de exposición, defienden un espacio que se necesita para la conclusión de un centro para las artes, solicitan, que se termine de construir el Ceart. 

Mesa de diálogo 
Todo espacio con una vocación definida constituye un patrimonio de la comunidad y los patrimonios deben conservarse, bajo el cuidado y profesionalismo de los organismos que los protegen.

Existen cartas, consejos y declaraciones de la Unesco donde declara que: "Reconociendo la necesidad de adoptar medidas para proteger la diversidad de expresiones culturales y sus contenidos, especialmente en situaciones en las que las expresiones culturales pueden correr peligro de extinción o de grave menoscabo.”

Dado este tipo de argumentos, al atender el caso que nos ocupa, la vocación de los espacios, es claro que la comunidad interesada del puerto de Ensenada, es conservar la significación de ese predio. 

Las partes en este caso, es decir, las autoridades de turismo y los grupos interesados de la sociedad civil, deben establecer una mesa de diálogo para unirse por lo que mejor convenga a nuestra ciudad. 

Tomando las decisiones pertinentes unos y los otros defendiendo lo que propiamente corresponde.

Poeta y ensayista ensenadense.

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