Poemas

domingo, 11 de diciembre de 2016 · 00:35
Amor sublime 
Ha muchos que mis versos
Duermen aletargados: 
Parece que el invierno 
Los ha petrificado.

Ya no se oye en el concierto
De la naturaleza 
Que mucho tiempo estuvo
Vibrando en mi cabeza. 

Siempre canté a las flores
Al amor, a lo bello,
A lo maravilloso,
A lo grande, a lo bueno. 

Más nunca dije un verso
Al amor más sublime y más sincero,
A la flor cuyos pétalos
Me dieron el aliento.

Al que sin condiciones
Siembra y da manos llenas
Sin esperar a cambio
Jamás la recompensa.

Al amor de mi madre,
Al ángel siempre bueno
Que el cielo quiso darme
Sin poder merecerlo. 

Y en esas fuentes mágicas
Que Dios puso en su pecho 
Escancié gota a gota 
La vida que aún tengo.

Aque regazo blando
Cuna de amor primero,
Lo guardaré celoso
Como el mejor obsequio
Que el corazón más noble
En mi niñez me diera. 

Hoy al mirar tu rostro 
Joyel de mis recuerdos
Como una rosa mustia
Que marchitó el invierno. 

Yo quisiera que nunca 
De mi vida te fueras 
Que guiaras mi camino
Como una blanca estrella. 

Dame un beso y un café 

Madre:

Ya ves que pocos momentos
Tengo para estar a solas, 
Y contarte mis angustias,
inquietudes y zozobras.

Hoy, como otras ocasiones
Vengo para estar contigo,
No te enfades si te digo
Que tengo que regresar,
Dame un beso y un café
Y eso me hará descansar. 

Jamás cambiaría por nada
Esos momentos tan dulces
En que te miro y me miras, 
En que te hablo y me hablas.

Vuelvo a sentir que mi vida
Se renueva y agiganta 
Cuando me dices: "no temas,
El triunfo sólo se alcanza
Cuando se lucha y se quiere,
Cuando se sufre y se ama”.

Pon tus manos en mi frente 
Y murmura esa plegaria
Que al cielo y con fe diriges:
Yo sé que Dios me bendice
Cuando tus manos levantas. 

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