poema
Sueño de gracia
Duerme tranquila la graciosa niña,
reposa en paz la princesita amada,
brotó al amor de la bondad divina,
la hizo tan pura, bella, inmaculada.
Mirad su faz tan tierna y candorosa
como un botón de flor que apenas se abre,
como en cristal los pétalos de rosa,
como el amor sobre manera suave.
Venid y ved, ¡prodigio que embeleza!
Es un querub de la mansión celeste.
¿Cómo le dio el Creador tanta belleza?
Sólo el amor creador todo lo puede.
Su rostro vierte celestial sonrisa,
gracia refleja su semblante tierno:
en la azucena que besó la brisa,
es una perla que cuajó el invierno.
Su sueño es suave, delicioso y blando,
y en sus mejillas el color se advierte,
sueña tranquila, ¿qué estará soñando?
Pero callad para no despierte.
Moctezuma, Nvo. Mex., diciembre de 1953
Del libro Poemario 1
Un rato de solaz
del autor Tomás Álvarez Martínez
...