Del libro “Un rato de solaz”
Flor nocturna
Por Tomás Álvarez Martínez
Flor nocturna,
que en la noche tus pétalos extiendes,
exhalando el incienso
virginal de tu aroma;
¿qué tienes que al mirarte me transformas?
Flor celeste,
transplantada del valle de amarguras
del amor en las alas,
la luz no se extingue
¿quién beberá la savia de que vives?
¿Tú no duermes?
Tú no rezas la nocturnal plegaria
que las flores musitan
cuando el sueño en su cuna las mece
y el rocío las adorna
con derroche de perlas,
en la plena quietud de la noche
intangible y eterna
¿Tú no cantas?
¿Tú no rimas
el poema inmortal de la noche
que en su lluvia de plata,
el ambiente serena,
y en su augusto silencio, las almas
hipnotiza y apresa?
¿Quién te mira?
¿Quién oirá tus acentos?
¿Quién del sueño del sopor sacudiendo
entrará en tu cortejo?
¡Todos duermen...!
Y las sombras del sueño,
como caos pavoroso se ciernen
en sus mentes de fuego.
Solo yo con mi lámpara encendida
tu palacio recorro,
¡Qué misterios descubro
tras los finos cristales de la noche,
que me embriaga y me ensancha
con su azul meteoro!
Del autor: nació en Amatlán de Cañas, Nayarit
Ordenado Sacerdote en Tijuana el 7 de agosto de 1955
Ha estado en varias parroquias de la Diócesis de Tijuana y actualmente en Ensenada.
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