Breves comentarios sobre arte (Sexta parte)

domingo, 21 de agosto de 2016 · 00:00
Por Heberto Peterson Legrand

Siglo XIX:
Es en este siglo que se consolida un nuevo modelo de sociedad donde sobresalió la burguesía.

Demográficamente las capitales europeas Londres y París fueron impactadas en su desarrollo. Son las capitales los lugares a las que hay que acudir si quiere la persona darse a conocer, hecho que disminuye la importancia de sobresalientes centros.

Tratándose del arte, el estado desarrolló políticas de apoyo a través de la academia, salones oficiales entre otras acciones como premiaciones.

Todos los artistas necesitan para ser considerados y hacerse de algunos encargos, el haber participado en alguna o algunas exposiciones oficiales y haber recibido algún premio o condecoración invitando con ello a fomentar el interés y evitar movimientos artísticos de ruptura.

La burguesía que obtiene obras no tiene criterio estético, lo hace sobre todo por prestigio social y sus encargos son sólo a artistas que hayan recibido algún reconocimiento y ya se hayan hecho de algún nombre o prestigio. Tenemos pinturas como "Desayuno sobre la hierba” del pintor fránces Éduoard Manet.

El artista condicionado por estos valores asume una actitud acrítica y de rechazo ante el materialismo que impregna la burguesía. Este hecho pasó a la historia con el nombre de bohemia.

París se convirtió en la capital artística de Europa. La pintura dentro de las artes es la que adquirió mayor desarrollo.
Este siglo se caracterizó por tener tres tendencias o estilos, romanticismo, realismo e impresionismo.

Romanticismo:
Es una reacción en contra del academicismo y frialdad del neoclásico. Rompe con las reglas y rechaza la imitación de los clásicos.

El romanticismo antepone el sentimiento y la libertad a la razón. Tenemos, entre otras, la obra de "La muerte de Géricault”, del romántico holandés de Ary Scheffer.

Se presentó esta corriente en dos formas distintas, el idealismo que sólo produjo obras mediocres.

En Arquitectura el Romanticismo histórico dio lugar al estilo neogótico que se vio reflejado en construcciones modernas. El parlamento británico es un ejemplo muy conocido del estilo neogótico.

Fue en el campo pictórico donde se produjo la ruptura. Al dibujo preciso de los pintores neoclásicos se opone la mancha de color vibrante. El pintor más importante del romanticismo francés es Eugéne Delacroix. En su oportunidad vea la obra "Árabe atacado por un tigre”, óleo de Delacroix.


Realismo:
Se sustituyeron o abandonan los temas medievales por los contemporáneos supuestamente tratados con objetividad ya que en ellos están latentes las ideas político-sociales del momento. 

Se creó en esta época un desacuerdo entre el arte oficial y las nuevas tendencias.

El arte oficial se expuso en los salones oficiales y el arte independiente en el Salón de Refusés o Salón de los Rechazados. Los dos iniciadores más importantes de las nuevas tendencias son Gustave Coubert y Jean Millet. Éste último es el pintor de los campesinos. 

En su obra manifiesta la soledad y pobreza de los campesinos. Su obra provocó molestia de los críticos de París quienes lo atacaron duramente. Él, sin embargo, vivió en la pobreza,  y poseía la sensibilidad de la que carecían aquellos. 

Coubert retrata la realidad que le rodea y le da un toque político-social de acuerdo  a las teorías en boga. Le preocupó captar los reflejos de la luz en las sombras.

Impresionismo:
Surgió en Francia en el último tercio del siglo XIX. El nombre lo debe a un cuadro de Claude Monet titulado "Impresión” exhibido en la exposición de 1874.

La aportación técnica más importante se da en la luz, ya que ésta influye tanto en la forma como en el color de los objetos. La forma y color de un objeto no es fijo, sino que varía según la calidad y la intensidad de la luz que recibe y según el color de los objetos próximos. 

Se trató de representar el instante, las impresión de un momento determinado.

Los temas son fácilmente comprendidos, pues no simbolizaron más que lo que representaron. Lo que interesan son los tonos. Pintaron paisajes, bodegones, retrataron a la sociedad de su tiempo, reflejando el mundo burgués.

Sus pintores más representativos fueron Claude Monet, Édouard Manet, Pierre Renoir, Edgar Degas, Camille Pissarro, por mencionar algunos. El cuadro de Renoir que es un Óleo denominado "El Café”, me gusta. 

Escritor ensenadense.

 "Demográficamente las capitales europeas Londres y París fueron impactadas en su desarrollo. Son las capitales los lugares a las que hay que acudir si quiere la persona darse a conocer, hecho que disminuye la importancia de sobresalientes centros”.

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