El gran Leonardo II

domingo, 29 de enero de 2017 · 00:00
Por José Carrillo Cedillo
 
El arte del retrato
El pintor busca el momento en que la modelo se parece a sí misma. La habilidad del retratista estriba en darse cuenta de ese momento y en aprovecharlo. 

¿Estas palabras son de un pintor? No, están tomadas del diario del escritor ruso Fiodor Dostoievski en 1873. 
Acierta en cuanto a que el arte del retrato exige al artista una enorme intención para lograr la correcta expresión de la modelo y la extraordinaria técnica y factura que el tema requiere.

Leonardo pintó hacia 1490 un retrato titulado la "Dama del Armiño”, reconocido por los críticos como el mejor retrato que pintara Leonardo, superior incluso al famoso retrato de "La Gioconda”, que se encuentra en el museo del Louvre en París, cuya  modelo se llamó Ginebra de Benci.

La modelo del armiño se llamó Cecilia Gallerani, poeta y hermosa dama de 17 años, amante del conde Ludovico Sforza quién encargó el retrato. 

Leonardo era extraordinariamente lento para pintar. Sus ayudantes cuentan que cuando pintó "La Última Cena”, pintaba dos días y se pasaba cuatro sólo viendo el cuadro (nota del autor: lo que pasa es que al pintar uno se detiene a reflexionar; ve el trabajo y el cuadro nos habla y nos dice para dónde seguir).

Llena de vida 
Cuando Leonardo se encontraba investigando la forma del cráneo humano y del movimiento en general, especialmente la forma en que volaban los pájaros, coincidió con la petición del conde. Se dice que quizá por ello la amplia frente de la bellísima Cecilia está tan llena de vida y que en una innovación  de la composición del cuadro, esté girando su cuerpo tres cuartos hacia la izquierda; ella sostiene un armiño al que acaricia y en su mano se ve la tensión, detalle magistral del gran dibujante que era Leonardo, que así predicaba con el ejemplo. 

El armiño era en esa época sinónimo de pureza. Cecilia de perfil, parece como si escuchara a alguien  que le hablara fuera del cuadro.  

En esta obra, Leonardo se concentró en transmitir la juventud, el encanto y la belleza ideal. Examinando la obra en la parte del rostro se ven indicios del dibujo preliminar y huellas dactilares de Leonardo, mismas que aparecen también en "La Gioconda”.

Como siempre, hay discrepancias, algunos especialistas zoólogos dicen que no es un armiño, que en realidad es un hurón blanco.

Esta obra se encuentra en el museo Narodowe en Cracovia y está en perfectas condiciones. Ha sido exhibido en muchas ciudades, más que cualquier otra obra de Leonardo.
 
"Leonardo pintó un retrato titulado la "Dama del Armiño” hacia 1490, el que es reconocido por los críticos como el mejor retrato que pintara Leonardo, superior incluso al famoso  retrato de "La Gioconda”. 

Pintor y artista plástico con más de dos décadas de trayectoria. 

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