Poema

La visita

domingo, 8 de octubre de 2017 · 00:00

Me detuve un poco antes de abrir la puerta del lugar. Un escalofrío recorrió mi cuerpo desde la punta de mis dedos hasta la espalda. Me estremecí. ¿Cómo sería aquel lugar por dentro? La duda engrandecía mi angustia. Sentí miedo. No estaba seguro a que me enfrentaría. Sabía que mi padre estaba ahí dentro, pero,  ¿Realmente era mi padre quien estaba ahí? Desde hace varios años se había vuelto un extraño.

Me decidí, entré. - Visita del Sr Cárdenas- dije sin saludar. Eso pareció no incomodar a la recepcionista, inmediatamente presionó el botón para que pudiera empujar y abrir la puerta.  El pasillo angosto con olor a cloro y pinol se me hizo corto. Quería largarme de ahí, ver a mi padre ¡me estresa!. De repente, no sé cómo lo hizo pero estaba frente a mí. Me abrazó. Me quedé helado. ¿Cómo has estado hijo? Me preguntó. No respondí. Te ves contento, me dijo. Yo seguía en silencio, no hice ninguna mueca, continué observando su rostro. El hombre había envejecido. ¿Hace cuánto que no nos veíamos? pensé, mientras fijaba mis ojos en su rostro. Ven, siéntate aquí, me dijo palmando la silla que estaba a su lado. Lo ignoré.

Vi en mi padre un gesto de tristeza, de angustia y preocupación. Una voz grave interrumpió mi pensar -No se preocupe- comentó, era el doctor en turno, que caminaba haciendo su ronda. -El chico ha mejorado- continuó, lo escucha y lo comprende perfectamente, si no responde siga conversando con él.

Las visitas le hacen bien.

...

Comentarios