El gran Leonardo

domingo, 5 de marzo de 2017 · 00:00
Por José Carrillo Cedillo
 
No, lo siento, no estoy hablando de un futbolista. Hablo de un genio del renacimiento italiano. Sin ninguna duda Leonardo di ser Piero Da Vinci es el personaje más fascinante de esa época. 
Nació en un pueblo a 100 kilómetros de Florencia en el año de 1452, fue arquitecto, escritor, escultor, inventor e ingeniero. 
Por su obra pictórica, pero también por la universalidad de sus intereses que iban de la arquitectura a la música, de la hidráulica y la geología a la anatomía y a la botánica, y el carácter precursor de muchas de sus intuiciones geniales, Leonardo se ha convertido en el símbolo y el mito del genio del renacimiento italiano
Marca el punto extremo del paso del arte todavía cuatrocentista de los Pollaiuolo y de Botticelli, al plenamente renacentista que ilustran Fra Bartolomeo y Rafael desde el principio del siglo XVI. 
Se admite  que artistas y filósofos contemporáneos a él fueron reconocidos universalmente, como Lucas Pacioli o Girolamo Savonarola. 

El insaciable saber
Leonardo fue hijo de un  abogado y su madre una campesina a la que nunca desposó, vivió con su padre y con la ausencia de la madre.
Llevó una infancia tranquila sin penurias económicas. A la muerte de su madrina, su primer dolor, se trasladó junto con su padre  a la ciudad de Florencia, donde su padre tomó una serie de dibujos de el y los mostró a su amigo el Verrocchio, quien al verlos recomendó su inmediato ingreso a su taller, cosa que Leonardo anhelaba y  siguiendo sus inquietudes artísticas ingresó al taller del maestro Andrea del Verrocchio.
Quien ni tardo ni perezoso usó a Leonardo como modelo para su David en bronce, pues era un joven hermoso, rubio de ojos azules con mirada penetrante y de porte esbelto.
Acostumbraba llevar una libreta de apuntes donde hablaba consigo mismo. Ahora con las conquistas de la ciencia se ha podido comprobar que su poder de imaginación y sus geniales anticipaciones, aparecía en su tiempo como alguien en busca de imposibles. 
El insaciable saber, fue el impulso de su vida entera. Se empeñaba en hacer lo más difícil, escribió Vasari con cierto tono de reprobación, desde luego muchas veces cosechó agrias críticas por sus propuestas.
 
La maestría de la pintura 
Ya en su  desarrollo en el taller, escribió que un artista debe dibujar con disciplina y constancia, y cuenta la leyenda que su maestro le pidió pintar un ángel en un cuadro que estaba pintando, lo que realizó Leonardo dejó sin habla a Andrés di Chioni apodado el Verrocchio quien al revisarlo vio deslumbrado el escorzo del rostro, la ligereza luminosa de los cabellos. 
Tal maestría que el maestro decidió no tocar nunca más los pinceles indignado porque un chiquillo sabía más que él, según relata Vasari
Leonardo fue contemporáneo de grandes genios. De Rafael, que por algo le decían "El divino”,  y del gran Miguel Ángel, más joven que él, y con el que se fundó una fructífera competencia. 
Cuentan que Leonardo al pasar por algún mercado donde vendían pájaros los compraba y luego delicadamente los sacaba  de sus jaulas y les devolvía la libertad perdida.
En cuanto a su técnica de esfumado, Leonardo fue el punto de partida de muchos artistas posteriores a él como el famoso tenebrista Caravaggio y todos sus seguidores. Algo no muy conocido fueron sus dibujos grotescos. 
El corto número de sus pinturas y el hecho de que algunas estén inacabadas dan testimonio de la dificultad  de sus formulas técnicas. Leonardo se proponía escribir un tratado de la pintura. Es de él la pintura más famosa del mundo occidental la Gioconda.
Leonardo falleció en Francia el 12 de mayo de 1519 a los 67 años, en brazos de su querido discípulo Francisco Melzi.

DESTACADO:   
"Por su obra pictórica, pero también por la universalidad de sus intereses, Leonardo se ha convertido en el símbolo y el mito del genio del renacimiento italiano”. 

Pintor y artista plástico con más de 20 años de trayectoria.
jcarrillocedillo@hotmail.com 
 

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