Mi charla con Carlos Castaneda

domingo, 9 de abril de 2017 · 00:00
Por Sergio Zenteno*
 
De más joven, mi formación académica e interés fue en la filosofía, particularmente el estudio de la fenomenología de la conciencia, realidades alternas, misticismo, y en general el elemento mágico en temas de ontología.
 
Mi actual labor dentro de las artes de hecho la considero una extensión y aplicación de dichos estudios.
Naturalmente, mi generación fue influenciada por escritores y pensadores visionarios tales como Jodorowsky, Huxley, Alan Watts, Hesse y muchos más, que en común tuvieron su exploración de un universo paralelo de percepción y fenomenología, conocimiento que provenía de tradiciones del pasado, con vigencia y aplicación actual; también conocimiento adquirido mediante la introspección.
 
Tal efervescencia intelectual se denominaba en "movimiento del potencial humano”, cuando la así llamada contracultura mostraba su más vibrante expresión.
 
Memorias ocultas
Precursor a esto fue la publicación en 1960 de El retorno de los brujos (Le Matin des Magiciens) de Louis Pauwels y Jacques Bergier, un impactante tomo de realismo fantástico. El libro verdaderamente preparó el terreno para entendimientos subsecuentes de lo que es posible, de la versión esotérica de la historia, la grandeza del pasado y el brillante devenir de la especie -o su futuro apocalíptico, depende de quién de los futuristas se lea-. Carlos Castaneda (1925-1998) figura en esa gran oleada intelectual, con sus publicaciones, bestsellers la mayoría, de la serie iniciada con "Las enseñanzas de Don Juan”, (The Teachings of Don Juan: A Yaqui Way of Knowledge), seguido por una cantidad impresionante de títulos, entre ellos Una realidad aparte (1971), Viaje a Ixtlán (1973), Relatos de poder (1975).
 
Castaneda es considerado uno de los principales exponentes y popularizadores de aspectos la cosmología indígena mexicana, el nahualismo, la sabiduría tolteca y chamanismo yaqui. Antropólogo doctorado de profesión, (UCLA),
Castaneda escribió con rigor científico, aunado a un ameno y agradable estilo literario que para sus críticos denotaba una fuerte propensión a la ficción, o por lo menos a un relato parcialmente ficcionalizado.
 
Posteriormente se sugirió que había discrepancias cognitivas en su trabajo, y aún se dudaba en algunos círculos si de hecho el antropólogo había estado en vivo y presencia en los escenarios y eventos descritos como verídicos.

Tuve la oportunidad de conocer a Carlos Castaneda por allá en los ochenta-y-tantos, en Los Angeles, California.
 
El encuentro
Un grupo de amigos estudiosos del tema invitaron a Carlos a una charla y sesión informal, en la modesta casa de alguien en el suburbio de Bell Gardens, California. A Todos nos sorprendió que aceptó la invitación, y ahí estábamos, sentados en un círculo de charla, en una sala de familia.
 
El hombre tenía aspecto muy ordinario, de apariencia nada ruidosa, sin alarde de ningún tipo, y sin hablar mucho, más bien escuchaba y observaba a los otros con interés.
 
A través de los años, se me ha grabado un aspecto de su comportamiento y "vibra” durante el encuentro, un cierto aire y silencio indescriptibles.
 
En mis observaciones y estudios, personas que han tenido experiencias directas e in situ, en realidades alternas y chamanismo, exhiben personalidades e intelectos extraños, fuera de lo común, como que han vivido en otras coordenadas y las nuestras les parecen incómodas. Justo en esas épocas conocí a un amigo que pasó unos años de aprendiz en una comunidad huichol; al regresar a la ciudad, su conducta pública bien podría considerarse demente, o que "se quedó arriba”.
(A través de los años se "normalizo” pero no completamente). Yo lo entiendo así: la vivencia de estas filosofías y cosmologías alternas y chamanismo, con o sin el uso de enteógenos, causa cambios profundos en la personalidad debido a que se exploran modos de percepción que literalmente alteran el proceso mental, el significado del lenguaje, el relativismo de la cultura y la autopercepción.
 
Pueblos mágicos
Castaneda postula que existe un estado de conciencia posible, una realidad marcadamente diferente a lo normal, y lo encuentra en los pueblos desérticos y solitarios del norte de México, en sus paisajes hechizados, como aprendiz de Don Juan Matus.
 
Además de María Sabina, Don Juan se agrega a la lista de chamanes del folclor mexicano que han estimulado el estudio interdisciplinario del ser y la conciencia. Aun se debate si Don Juan es personaje
real o meramente literario.
 
A juzgar por la personalidad de Carlos Castaneda durante la charla, el sesgo extraño de su presencia y silencios, su manera de mirar, yo diría que sí tuvo experiencias extraordinarias y transformativas, y a la par de su erudición académica, logró descubrir realidades más diferentes y fantásticas, surreales, que lo que normalmente se aprende u observa. Si no, es muy buena ficción.
 
*Artista interdisciplinario con más de cuatro décadas de trayectoria.

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