Pensamiento social de la Iglesia, aportación de Odeco (Segunda parte)

domingo, 14 de mayo de 2017 · 00:00
Por Heberto Peterson Legrand* 

Algunos de los principios de la Rerum Novarum fueron: el trabajo no es una mercancía y la remuneración del trabajador no debe ser abandonada al libre juego de las leyes del mercado, sino determinado por las leyes de la justicia y la equidad.

La propiedad privada, aún de los bienes instrumentales es un derecho natural que el estado no puede suprimir, pero tiene una intrínseca función social, un derecho que debe realizarse en provecho propio y en el de los demás. 

El estado no puede permanecer ausente del mundo económico, debe promover una suficiente abundancia de bienes y tutelar los derechos de los niños y la de los más débiles.

Los trabajadores tienen derecho a fundar asociaciones y darles estructura idónea. Las relaciones entre los empresarios y trabajadores deben estar inspiradas en la solidaridad humana y fraternidad cristiana  
A la muerte del Papa León XIII, es nombrado como su sucesor José Sarto, nacido el 2 de junio de 1835 y adquirió el nombre de Pio X. 

Nacido en la provincia de Treviso, fue hijo de gentes muy pobres, una costurera y un cartero rural.

Los cardenales que nombraron a José Sarto Papa sabían que el mundo actual estaba necesitado de ejemplos de santidad y de humildad, de amor a Cristo y de amor a los pobres, a los muchos seres necesitados que pasaban hambre en el mundo. 

La consigna de Pio X fue "Restaurar toda cosa en Cristo” y declaro: "Es preciso que desaparezca la impiedad que representa la sustitución de Dios por el hombre, que se restablezcan las leyes y los consejos del Evangelio y que se reafirmen las verdades de la iglesia: La santidad del matrimonio, la educación católica de la juventud, propiedad y uso de los bienes, deberes de los ciudadanos y equilibrio entre las clases sociales”.

Persona con carácter 
No era una persona débil y sin idea de los problemas modernos, tenía caridad, amor y sencillez, pero al mismo tiempo sabía mandar, concretar y ver las cosas tal como son, con certeza y realista mirada. 

Hablaba de las necesidades sociales en el mismo tono que había hablado León XIII. Su interés por el buen funcionamiento de los seminarios y por la filosofía Tomista, eran muy grandes.

Siempre dio muestras de Santidad al grado tal que el 29 de mayo de 1954 fue canonizado por su Santidad Pio XII.

Contó con el apoyo del cardenal y Secretario de Estado Merry de Val, un español de inteligencia excepcional y excelente diplomático a quien siempre le consultaba antes de tomar alguna decisión, ya que él no sentía mucha atracción por lo diplomático.

Otra de sus obras importantes fue la organización de la Acción Católica para adecuarla a los tiempos modernos.
En una lucha de proporciones nunca conocidas hasta entonces. El enciclopedismo y el materialismo de ideas habían conducido a Francia, primero y al resto del mundo después, a una pérdida de espiritualidad y de religiosidad.

En 1904 Francia rompió sus relaciones diplomáticas con la Santa Sede. Los religiosos fueron obligados a emigrar y se suprimieron las escuelas religiosas y todos los bienes pasaron al Gobierno.

Los católicos franceses lograron ganar una batalla a favor del Padre Santo, aunque bajo el Pontificado de Pio X no se restablecieron las relaciones diplomáticas.

Pio X continuó, en el campo social, la labor de León XIII y fundó y apoyó muchas agrupaciones dedicadas a tal fin, como la unión económico-social o la unión popular. En Italia funcionaban muchas escuelas que se dedicaban a estudiar el pensamiento social de la iglesia.

En su primera encíclica "Supremi Apostolatus” del 4 de octubre de 1903 dice: "Cuando desaparece la justicia, es inútil acariciar esperanza ninguna de paz”

San Pio X, dedicó sus esfuerzos particularmente a la reforma interna de la Iglesia, que debe a su pontificado una profunda restructuración catequética, litúrgica y jurídica.

También publicó en 1912 la encíclica "Singulari Quadam”, sobre el sindicalismo, es el documento social más importante de éste pontífice. Busca orientar, particularmente a los obreros alemanes sobre los sindicatos.

Restauración de paz 
San Pio X se define contra la lucha de clases: "Que nadie, solo o asociado, que se gloríe de ser cristiano, si tiene presente su deber, no debe alentar enemistades y odios entre las clases sociales sino la paz y la mutua caridad” 
Los temores de San Pio X, relativos a la paz armada estaban más que justificados, al finalizar su pontificado "guerras terribles y repentinas” estallaron una tras otra. Al dirigirse al Colegio de Cardenales el 25 de mayo de 1914, entre otros conceptos hablo sobre los preceptos de la justicia y la paz.

Cuando estalló, el 28 de julio de 1914 la Primera Guerra Mundial, el Pontífice se sintió impotente frente a aquellos acontecimientos que amenazaban hundir a la humanidad entera en el cataclismo más terrible de la historia moderna. Sintomática fue su indignada reacción a la súplica del Emperador Francisco José, que le presento el Embajador Austriaco, solicitando para sus ejércitos la Bendición Pontificia. El Papa irritado, se levantó de su asiento.

---Retírese de mi vista—exclamó--retírese de mi vista, yo bendigo la paz no la guerra.
El 2 de agosto, exhortaba en un mensaje a los católicos del mundo entero, a pedir por la restauración de la paz. Pocas semanas después, el 22 de agosto, moría: Su fin se precipitó, sin duda alguna, por el estallido de la guerra.

*Escritor ensenadense. 

...

Comentarios