LA BRÚJULA

Generaciones forjadoras

domingo, 20 de agosto de 2017 · 00:00
Generaciones forjadoras 

Por Heberto Peterson Legrand* 

Hay generaciones de hombres que a través del tiempo dejan la impronta de su huella.

En México hemos contado con la generación de los así llamados "Ateneístas” formada por jóvenes intelectuales que a principios de siglo combatieron el positivismo y destacaron en diversas actividades tanto del orden político como cultural y social. 

Entre ellos se cuenta a Don José Vasconcelos que llegó a ser Secretario de Educación donde hizo una extraordinaria y brillante actividad.

Filósofo y escritor prolífico, Don Enrique Ureña, un hombre de gran cultura y erudito en literatura, Don Alfonso Reyes, quien cultivó todos los géneros literarios, Don Antonio Caso, filósofo y sociólogo formador de muchas generaciones, profundo pensador y extraordinario orador y otros más que enriquecen esta joven generación.

Luego tuvimos la famosa generación de 1915, formada por los llamados "Siete sabios", en alusión a los siete sabios de Grecia- mote que quizá llevaba un sentido peyorativo pero al que ellos hicieron honor por ser sumamente estudiosos y preocupados por los problemas políticos, culturales y sociales de su época. 

Integraron la generación 1915, Don Manuel Gómez Morín, rector de la universidad en 1933 y que la sacó de la crisis a que la sometió el gobierno en aquel entonces y defensor de la autonomía y libertad de cátedra, ilustre mexicano, hombre de gran cultura y creador de Instituciones y leyes del México moderno.

Don Vicente Lombardo Toledano, hombre de muy vasta cultura, estuvo en contra de la libertad de cátedra, se inclinó por la orientación socialista en la universidad, polemizo con el maestro Don Antonio Caso, fundador del PPS y de la CTM; Don Alberto Vázquez  del Mercado.

Erudito en literatura pero que también destaco como Magistrado; Don Teófilo Olea y Leyva, prestigiado abogado que colaboró con Don Manuel para la fundación del Partido Acción Nacional, Don Antonio Castro Leal, rector de la universidad y hombre de letras y otros más como don Daniel Cossío Villegas que tomando diversos caminos dejaron plasmado su talento.

Visión del mundo 
Esta generación de jóvenes ya desde 1917solicitaron al Congreso de la Unión la autonomía universitaria y mejores planes de estudio. Tenían avidez  por conocer y estudiaban y leían sobre filosofía, sociología, literatura y economía.
Formaron la sociedad de "Conferencias y Conciertos” y estudiaron dentro de condiciones sumamente difíciles, pues era la época de la revolución, en un ambiente de penuria y de inestabilidad.

Los hombres a veces toman diferentes caminos, ideológicamente provocan un distanciamiento, su visión del mundo en que viven a veces difiere como difieren las acciones que emprenden para tratar de incidir en la transformación de la sociedad en que se desenvuelven y el tiempo es el que se va encargando de dar la razón a quienes la tienen.

Yo creo que las diferencias ideológicas no deben ser factor para dejar de reconocer los talentos del otro, sus cualidades, sus méritos, pues ello sería faltar a la objetividad, a la honestidad intelectual.

Personalmente admiro a quienes aún cuando ideológicamente sean distintos a mi, no podemos ni debemos ocultar los valores cuando estos están a la vista, ello sería un acto de injusticia, de radicalismo y quizá de Fanatismo o mezquindad intelectual.

Hoy que muchos jóvenes carecen de modelos que los estimulen en el camino de sus vidas, que los motiven en sus actividades intelectuales y en su compromiso para con la sociedad de la que forman parte.

Es importante que conozcan la trayectoria de jóvenes pertenecientes a otras generaciones y que bajo condiciones mucho más difíciles, dadas las condiciones en que vivía el país, aún así lucharon incansablemente para su superación personal y para asumir su compromiso en la construcción de un México destrozado por una Revolución que costó un millón de muertos y que lo sumió en  un estancamiento moral y material. 

Después vinieron otras generaciones famosas como la de los "Contemporáneos” y también dejaron la huella de su paso en la literatura  y otros campos del saber.

Los personajes dignos y los hechos históricos positivos deben ser el alimento que nutra nuestras esperanzas, deben ser el estimulo que nos lleve para convertirnos en agentes capaces de transformar nuestro presente y asegurar el futuro de las nuevas generaciones, nuestros hijos y nietos a quienes les debemos entregar un México más solidario que viva de sus valores materiales y culturales y sepa conservar un lugar digno dentro del concierto de las naciones.

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