El duelo

domingo, 24 de junio de 2018 · 00:00

Por Andrea Torres*

Según Marc Bekoff, sobre la conciencia animal, el duelo es “el proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida (pérdida de un empleo, pérdida de un ser querido, pérdida de una relación, etcétera.). Aunque convencionalmente se ha enfocado la respuesta emocional de la pérdida, el duelo también tiene una dimensión física, cognitiva, filosófica y de la conducta que es vital en el comportamiento humano y que ha sido muy estudiado a lo largo de la historia.

En la actualidad se encuentra en discusión el tema de si otras especies también tienen sentimientos de duelo como los seres humanos, y en algunas de ellas se han observado comportamientos peculiares ante la muerte de sus congéneres”.

Etapas y tipos de duelo

El duelo es inevitable, a pesar de que podríamos retrasar el proceso éste llegará.

¿Recuerdan que hablé de la muerte psicológica? La que existe en la mayoría de los duelos cuando hay pérdida de empleo, cambio de casa, muerte de un familiar, muerte de una mascota amada, infidelidad, divorcio, traición, cambio de escuela, cambio de trabajo, cambio de ciudad, despedida de un amigo.

Además de enterarnos de que un cercano tiene una enfermedad o le fue amputada un extremidad; perder nuestra libertad, salir de la cárcel, ser drogadicto o rehabilitado, ser victimas de violación, también vemos en estos casos una muerte social.

Se vive un duelo cada vez que algo muere en nosotros, cada vez que perdemos algo o a alguien que amamos.

¿Has escuchado sobre las etapas del duelo? Existen 5 pasos en la curva del duelo según su fundadora Elizabeth Kübler Ross y éstas son:

1) La negación

2) La ira

3) La negociación

4) La depresión

5) La aceptación

La negación

Está es la primera etapa. En alguna película como en la vida diaria hemos escuchado la frase “No, no puede ser” después de que se anuncia algún fallecimiento, un robó, o una noticia desagradable que alerta sobre algo o alguien que se fue repentinamente. Incluso frases como “La vi muy bien, muy tranquila” “Estaba como si no pasara nada” Esa es la etapa de la negación. El hecho de no querer aceptar la realidad, es una defensa de nosotros mismos ante el dolor, sin embargo, es una defensa momentánea. Sólo retrasa un poco el impacto que tiene esa pérdida en su vida, esa realidad agresiva.

Esta fase le ayuda a la persona a tranquilizarse, a encontrar una forma menos dolorosa de entender lo qué pasa.

Es una etapa que por decirlo de alguna manera le ayudará a amortiguar el duro golpe.

La ira

“¿Por qué me está pasando esto a mi?”  ¡No es justo que me pase esto, no lo merezco! La etapa de negación dejó de existir, se terminó pues la persona reconoció que aquello que estaba viviendo era real.

Se llenó de coraje, de resentimiento, de venganza, como cualquier ser humano que tiene vida y energía proyectó sus sentimientos de profundo enojo.

Es difícil tratar a una persona en su momento de ira. La mayoría de las veces nos preguntamos “¿Cómo puedo ayudar en esa etapa?” Siempre doy la misma respuesta: escuchando. Solamente escuchar, mantener la calma, no fomentar más coraje, más odio, ni tratar de apaciguarlo.

Depende el contexto, la persona que se encuentra en esta etapa tiene enojo en contra de Dios, contra el mundo, los doctores que no lograron salvar a su familiar, o del marido infiel o la amante que  “se involucró” incluso enojo contra sí mismo. Se reprocha con enojo no haber hecho algo mejor.

La Negociación

La negociación simboliza la esperanza. En el caso de una persona que va a fallecer podríamos escuchar frases como “Al menos quisiera vivir hasta que mi hija se case” En algún momento podríamos escuchar -en una situación de divorcio- a alguna de las partes  decirle a la otra: “Espera al menos a qué la niña acabe la primaria para divorciarnos”.

De alguna forma se busca posponer lo que ya se sabe que pasará. Posponer el divorcio, la ruptura, la muerte.

Normalmente se negocia con un poder superior, se busca hacer un trato hasta con el diablo. Es otra de las fases de defensa, es una forma de ir adaptando la psiquis ante el dolor de la perdida.

La depresión

Al agotar todas las posibilidades de alejarnos de la dolorosa realidad llega la depresión. En esta etapa entendemos la situación, lo que estamos viviendo. Se albergan sentimientos de tristeza, de pena, de aflicción, hay una desconexión de amor y cariño: necesidad de soledad.

La depresión es el resultado de la consciencia de lo que se perdió, es decir, ya estamos conscientes de la pérdida que estamos viviendo, nos queda claro que aquella persona, cosa o situación no volverá.

Las personas son distintas y viven de manera distinta esta etapa. Hay que saber entender y respetar su privacidad. No sirve de nada obligarle a no llorar, o comparar su dolor con el dolor de otros como para minorar el suyo. Hemos de recordar que cada duelo es único e individual y las comparaciones en el dolor no son permitidas ni lógicas.

La aceptación

La quinta y última etapa de la curva del duelo. Te sentirás bien al llegar aquí. Estar en esta etapa requiere de la superación de todas las etapas anteriores. Ya no hay más enojo, ya no hay negación, ya no hay tristeza ni ganas de morir.

Hay un cansancio y una debilidad muy fuerte pero es el momento de reconstruir el futuro, de estar solo, de conocer las prioridades en esta nueva vida. Por fin hay paz.

Aunque fue largo o duro el camino has colocado la bandera en la cumbre de esa difícil cuesta. Te felicito.

*Escritora y editora.

Información registrada con derechos de autor del libro El Duelo en la Vida Diaria.

Por Andrea Torres*

Según Marc Bekoff, sobre la conciencia animal, el duelo es “el proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier pérdida (pérdida de un empleo, pérdida de un ser querido, pérdida de una relación, etcétera.). Aunque convencionalmente se ha enfocado la respuesta emocional de la pérdida, el duelo también tiene una dimensión física, cognitiva, filosófica y de la conducta que es vital en el comportamiento humano y que ha sido muy estudiado a lo largo de la historia.
En la actualidad se encuentra en discusión el tema de si otras especies también tienen sentimientos de duelo como los seres humanos, y en algunas de ellas se han observado comportamientos peculiares ante la muerte de sus congéneres”.

Etapas y tipos de duelo
El duelo es inevitable, a pesar de que podríamos retrasar el proceso éste llegará.
¿Recuerdan que hablé de la muerte psicológica? La que existe en la mayoría de los duelos cuando hay pérdida de empleo, cambio de casa, muerte de un familiar, muerte de una mascota amada, infidelidad, divorcio, traición, cambio de escuela, cambio de trabajo, cambio de ciudad, despedida de un amigo.
Además de enterarnos de que un cercano tiene una enfermedad o le fue amputada un extremidad; perder nuestra libertad, salir de la cárcel, ser drogadicto o rehabilitado, ser victimas de violación, también vemos en estos casos una muerte social.
Se vive un duelo cada vez que algo muere en nosotros, cada vez que perdemos algo o a alguien que amamos.
¿Has escuchado sobre las etapas del duelo? Existen 5 pasos en la curva del duelo según su fundadora Elizabeth Kübler Ross y éstas son:

1) La negación
2) La ira
3) La negociación
4) La depresión
5) La aceptación

La negación
Está es la primera etapa. En alguna película como en la vida diaria hemos escuchado la frase “No, no puede ser” después de que se anuncia algún fallecimiento, un robó, o una noticia desagradable que alerta sobre algo o alguien que se fue repentinamente. Incluso frases como “La vi muy bien, muy tranquila” “Estaba como si no pasara nada” Esa es la etapa de la negación. El hecho de no querer aceptar la realidad, es una defensa de nosotros mismos ante el dolor, sin embargo, es una defensa momentánea. Sólo retrasa un poco el impacto que tiene esa pérdida en su vida, esa realidad agresiva.
Esta fase le ayuda a la persona a tranquilizarse, a encontrar una forma menos dolorosa de entender lo qué pasa.
Es una etapa que por decirlo de alguna manera le ayudará a amortiguar el duro golpe.

La ira
“¿Por qué me está pasando esto a mi?” ¡No es justo que me pase esto, no lo merezco! La etapa de negación dejó de existir, se terminó pues la persona reconoció que aquello que estaba viviendo era real.
Se llenó de coraje, de resentimiento, de venganza, como cualquier ser humano que tiene vida y energía proyectó sus sentimientos de profundo enojo.
Es difícil tratar a una persona en su momento de ira. La mayoría de las veces nos preguntamos “¿Cómo puedo ayudar en esa etapa?” Siempre doy la misma respuesta: escuchando. Solamente escuchar, mantener la calma, no fomentar más coraje, más odio, ni tratar de apaciguarlo.
Depende el contexto, la persona que se encuentra en esta etapa tiene enojo en contra de Dios, contra el mundo, los doctores que no lograron salvar a su familiar, o del marido infiel o la amante que “se involucró” incluso enojo contra sí mismo. Se reprocha con enojo no haber hecho algo mejor.

La Negociación
La negociación simboliza la esperanza. En el caso de una persona que va a fallecer podríamos escuchar frases como “Al menos quisiera vivir hasta que mi hija se case” En algún momento podríamos escuchar -en una situación de divorcio- a alguna de las partes decirle a la otra: “Espera al menos a qué la niña acabe la primaria para divorciarnos”.
De alguna forma se busca posponer lo que ya se sabe que pasará. Posponer el divorcio, la ruptura, la muerte.
Normalmente se negocia con un poder superior, se busca hacer un trato hasta con el diablo. Es otra de las fases de defensa, es una forma de ir adaptando la psiquis ante el dolor de la perdida.

La depresión
Al agotar todas las posibilidades de alejarnos de la dolorosa realidad llega la depresión. En esta etapa entendemos la situación, lo que estamos viviendo. Se albergan sentimientos de tristeza, de pena, de aflicción, hay una desconexión de amor y cariño: necesidad de soledad.
La depresión es el resultado de la consciencia de lo que se perdió, es decir, ya estamos conscientes de la pérdida que estamos viviendo, nos queda claro que aquella persona, cosa o situación no volverá.
Las personas son distintas y viven de manera distinta esta etapa. Hay que saber entender y respetar su privacidad. No sirve de nada obligarle a no llorar, o comparar su dolor con el dolor de otros como para minorar el suyo. Hemos de recordar que cada duelo es único e individual y las comparaciones en el dolor no son permitidas ni lógicas.

La aceptación
La quinta y última etapa de la curva del duelo. Te sentirás bien al llegar aquí. Estar en esta etapa requiere de la superación de todas las etapas anteriores. Ya no hay más enojo, ya no hay negación, ya no hay tristeza ni ganas de morir.
Hay un cansancio y una debilidad muy fuerte pero es el momento de reconstruir el futuro, de estar solo, de conocer las prioridades en esta nueva vida. Por fin hay paz.
Aunque fue largo o duro el camino has colocado la bandera en la cumbre de esa difícil cuesta. Te felicito.

*Escritora y editora.

Información registrada con derechos de autor del libro El Duelo en la Vida Diaria.

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