Máquinas de Goldberg, de tira cómica a enseñanza de la mecánica y el movimiento

domingo, 3 de junio de 2018 · 00:05

Por Rolando Ísita Tornell*

Es probable que ustedes hayan observado la presentación de la serie televisiva Elementary, de un Sherlock Holmes en Nueva York con una mujer oriental como doctora Watson, en la que empieza a rodar una canica sobre unos rieles de alambre, que cae en un péndulo y lo hace girar, y a su vez hace girar el barril de un revolver que se cierra y dispara, la bala libera un mecanismo sobre el que corre un ratoncito blanco que hace que otra canica caiga y ruede sobre otros rieles de alambre, y al pasar por otro dispositivo hace que unas tijeras se cierren cortando un hilo que sostiene a un martillo, liberándolo para hacer un giro al caer, golpee un busto de cerámica que se hace pedazos uno de los cuales deja caer una trampa que termina acorralando a un muñeco de juguete. Esa es una Máquina de Goldberg.

Estos complicados, abigarrados y entretenidos artilugios no tienen más utilidad que realizar una tarea indirecta y muy elaborada haciendo uso de una reacción en cadena. En el diccionario Webster de lengua inglesa apareció por vez primera definiendo a esta maquinaria como “llevar a cabo algo, de manera redundante y extremadamente compleja, que real o aparentemente podría ser hecho de una manera simple”. El concepto parece tener su origen en Estados Unidos para describir las ilustraciones de “absurdas máquinas conectadas” de Rube Goldberg.

Prolija carrera

Rube Goldberg era un caricaturista, escultor, escritor e ingeniero estadounidense que nació un día de la independencia de ese país, 4 de julio, de 1883. A los 21 años fue contratado para diseñar la red de alcantarillado de su ciudad natal, San Francisco, en California (no quiero imaginar el laberinto de cloacas que habrá creado).

Su carrera de ingeniero no le satisfacía del todo, no era lo suyo, así que prefirió dedicarse al dibujo humorístico en el diario San Francisco Chronicle. De ahí en adelante tuvo una prolija carrera como dibujante brincando de un diario a otro, pasando por el New York Evening Journal y el New York Evening Mail, creando un sinnúmero de tiras cómicas cuyo rasgo era la crítica racional humorística a los despropósitos, como Preguntas Absurdas, Sopa de Pescado (que probablemente inspiró a Groucho Marx para el film Sopa de Pato) y muchas más. Sus tiras eran muy populares y demandadas, pero la que le dio fama y prestigio fue Las Invenciones del Profesor Lucifer Gorgonzola Butts (traseros).

El trabajo de Goldberg no se limitó a las tiras cómicas, también escribió artículos ilustrados en varios periódicos, elaboró campañas publicitarias como Pepsi Cola, hizo guiones de películas e inclusive protagonizó un cortometraje sobre él mismo, Rube Goldberg Travelgag (Chistoso Viaje de Rube Goldberg). En 1948 le fue otorgando el reconocido galardón periodístico Pulitzer, por sus tiras políticas humorísticas en el New York Sun. Recibió muchos otros premios, el último póstumo Gold Key Award (Salón de la Fama) en 1980. Falleció en 1970, a los 87 años.

Goldber jamás imaginó que las máquinas del loquillo Profesor Gorgonzola se volverían realidad. En 1987, la Universidad de Purdue, Indiana, inició una competencia nacional anual del Concurso Máquinas de Rube Woldberg. Las bases del concurso consistían en desarrollar máquinas inspiradas en la tira cómica de Goldberg, la máquina que desarrollen los equipos de las escuelas tendría la capacidad de culminar tareas específicas por el desafío de usar tantos pasos como sea posible sin ninguna falla. En todo el mundo se celebran este tipo de concursos, aunque con otros nombres.

Conocimiento de las leyes de Newton

Desde hace 30 años ya es tradicional el Concurso Máquina de Rube Goldberg en Estados Unidos, que debe realizarse por equipos de estudiantes de todas las edades, en el que todo lo que se necesita es ilimitada imaginación y un montón de basura inútil, donde los equipos pueden ganar desde 250 hasta 750 dólares, según sea la categoría.

Las máquinas que dibujó Goldberg para su Profesor Butts también han cobrado vida en los video juegos como The Incredible Machine, que surgió en 1993; Alemania también ha ideado videojuegos inspirados en las Máquinas de Goldberg como Crazy Machines – Neue Harausforderungen y Neues aus dem Labor.

En el Centro de Nanociencias y Nanotecnología, de la Universidad Nacional Autónoma de México, en Ensenada, desde hace cuatro años los alumnos de la licenciatura en Nanociencias participan año con año en el Concurso de Diseño Máquinas de Goldberg, organizado por la profesora de asignatura de Nanotecnología, María Teresa Martínez Martínez, financiado a través del Programa de Apoyo a Proyectos de Innovación y Mejoramiento de la Enseñanza de la UNAM, y es parte de sus cursos de Ingeniería Mecánica y Diseño.

En este mes de mayo los alumnos ya han desarrollado para el concurso mecanismos de reacción en cadena que al final hacen una tarea específica. De acuerdo con la profesora Martínez, es un trabajo lúdico, creativo, que no es fácil, les lleva tiempo diseñarlo y desarrollarlo, y son experiencias del tipo de retos a los que se enfrentarán en los ámbitos académicos e industriales: la solución de problemas en equipo. El alumno de licenciatura, Rodrigo Vázquez, opina que desarrollar las máquinas de Goldberg es entretenido, “estás viendo qué funciona y qué no, aplicamos lo que hemos aprendido en clases”.

Y sí, en esos divertidos y complejos mecanismos puede notarse el conocimiento de las leyes de Newton como la gravedad, el movimiento, aceleración, acción reacción, del péndulo de Galileo, de la caída de los cuerpos en superficies inclinadas, momento angular y un sinfín de conocimientos más.

*Comunicación de la Ciencia UNAM-Ensenada.

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