Mujeres pintoras en la historia

Por José Carrillo Cedillo*

En cuanto tuve uso de razón en mi primera infancia me percaté del injusto trato a las mujeres; fui testigo de que,  si surgía alguna discusión entre parejas de mis vecinos en la vecindad donde nací, el hombre siempre ganaba y si ya no tenía más argumentos, ganaba por la fuerza golpeando a su pareja.

A medida que crecí esta percepción se fue haciendo más amplia y cotidiana. Prácticamente en cualquier actividad, la mujer es relegada. Cuando llegué a la preparatoria, la influencia de las lecturas me fueron aclarando que la historia está escrita desde el punto de vista masculino, ignorando injustamente la importante participación de la mujer (hombro con hombro) en toda suerte de trabajos.  

Tiempo después, arribé a mi sueño al llegar a la Academia de San Carlos a la carrera de Artes Plásticas y al estudiar Historia del Arte, noté la ausencia de mujeres otra vez; lo platiqué con mis compañeras de grupo e iniciamos en equipo la investigación que arrojó varias pintoras desconocidas para nosotros y desde luego para el gran público.

Nuevos nombres

Injustamente tratadas e ignoradas y despreciadas en su tiempo, las mujeres pintoras del renacimiento, se han ido rescatando desde finales del siglo XIX. Rompiendo con la tradición de ser sólo musas, enfrentaron valientemente su condición y ahora son justamente reconocidas, no porque son mujeres, sino porque son excelentes artistas y por  la calidad de sus obras.

Sofonisba Anguissola, considerada la primera pintora con éxito en el renacimiento, no fue admitida en la academia por ser mujer y nunca pudo dibujar figura porque se consideraba que no estaba bien que una señora viera un cuerpo desnudo.

Viajó a Roma en 1554 y fue presentada al gran maestro Miguel Ángel quien admiró sus obras y su talento, fue parte de los pintores de la corte de Felipe II y nos dejó retratos cambiando las poses de moda en ese tiempo. Se han rescatado 50 de sus obras que se confundían con otro pintor y se sabe  que el gran Rubens se inspiró en un retrato de ella que pintó a Isabel de Valorio cubierta con una piel de marta cibelina, ella fue pionera y abrió espacio para otras mujeres del periodo barroco.

Artemisia Gentileschi, la más conocida, gracias a que se filmó una película sobre su vida, quien también sufrió la afrenta de no ser admitida en la academia sólo por ser mujer, varias de sus obras se conservan en museos.

Elisabetta Sirani, pintora del barroco, nació en  Bolonia en 1638, falleció a los 27 años truncando una brillante carrera. A pesar de que duró sólo 10 años, dejó una numerosa obra de 200 pinturas, dibujos y grabados. Tuvo de discípulas más de 12 mujeres de las cuales, varias fueron profesionales.

Levina Teeline, nació en Brujas en 1510 fue famosa miniaturista y trabajó en la corte inglesa con Enrique VIII en 1545.

Caterina Van Hemessen, pintora flamenca del renacimiento. Se dice que fue la primera en hacerse un autorretrato frente a su caballete. 

Judith Leyster, nació en Haarlem en 1600.  Logró ingresar a la cofradía de San Lucas sólo para hombres.

Mary Beale, retratista inglesa; Fede Galizia, pintora italiana del barroco  que fue pionera de los bodegones.

Lavinia Fontana, retratista, hija del pintor Próspero Fontana miembro destacado de la escuela de bohemia.

Rachel Ruysch. Pintora neerlandesa que se especializo en bodegones de bellas flores.

Rosalba Carriera. Pintora nacida en Venecia

*Artista plástico y docente con más de 50 años de trayectoria.