Los recuerdos que revive agosto

Por Karla Bañales*

El día y sus prisas. Llegó el viernes con todo el afán de hacernos sentir apurados, casi diciendo que es necesario correr para alcanzar el fin de semana. Detenerse se convierte en un desafío pero también en la mejor de las ideas para hoy.

Me dirigí por la calle Séptima a Tercer Sitio, un café que a pesar de tener 2 meses cumplidos en la ciudad, se ha ganado el corazón de muchos. En ese corto tiempo, había tenido la oportunidad de visitarlo un par de ocasiones y esta mañana decidí elegirlo para tomar el segundo espresso del tour.

Una taza negra acompañaba a la sencilla carga, tenía el espacio suficiente para fluir a sus anchas unos breves segundos, como si la misión del recipiente de cerámica fuese envolverlo todo para fusionarse con la fuerza de la cafeína.

La permanencia de su aroma me permitió saborear las notas a nuez tostada que se quedaba en mi boca, la temperatura cálida era perfecta para ser las 11:11 de la mañana, donde la luz de la ventana iluminaba el espacio donde me encontraba, el sitio perfecto para dirigir la vista al patio interior.

El ambiente se prestaba para escuchar de fondo música de jazz instrumental, me hubiera gustado algo muy clásico, donde los sonidos hablan por sí solos sin necesidad de palabras.

Ese toque de melancolía habría hecho una gran combinación junto a la ligera acidez de mi café.  Disfruté de los detalles, pero también del panorama completo. A mi izquierda observé el parque con su kiosco al centro, sus juegos infantiles y bancas para sentarse a platicar.

Se podría considerar el gran vecino amable del barrio que te saluda cordialmente al acercarte a visitar pero desde donde yo lo observé, me hizo percatarme que es más que eso, es un espacio de encuentro con la naturaleza, así es tal y como lo recuerdo desde siempre.

El tiempo se ha detenido en mi mente, pero el reloj no para de girar. El vaivén del tráfico me lo recuerda; dejé la taza vacía reposar en la mesa sobre un pequeño plato que combina bien con el lugar.

Charlar con Carolina Chávez -quien se encarga de preparar las bebidas- sobre sus inicios y preparación como barista, su gusto sobre el café y el latte art me provocó sentirme “como en casa”, y a pesar de encontrarse del otro lado del mostrador entre los métodos de extracción y la máquina de espresso logramos una buena conversación que nos dibujó a ambas una sonrisa.

Creo que lo único que hace falta es regresar, degustar más del vasto menú que ofrecen y hasta un par de opciones de postres. Tomarse un respiro nos aligera la vida, el café nos ayuda en esto. Sigamos recorriendo cafeterías junto a este caluroso agosto que transcurre con buen ánimo.

Ficha técnica de la barista: Carolina Elizabeth Chávez Carrillo

Espresso sencillo (1 onza)

Grano del Estado de Oaxaca

Tueste medio

Sabores a identificar: Chocolate y/o Nuez tostada

*Licenciada en Música y compositora de Valise Blu.