La literatura de Gillian Flynn

lunes, 6 de agosto de 2018 · 12:49

Por Lesli Mejía*

La literatura contemporánea suele caracterizarse por su banalidad. Pocas son las novelas que destacan y que ofrecen algo valioso a los lectores. Ya ha habido un Dostoievski y una Woolf y escritores así ya no van a resurgir en el presente, pues pertenecen a contextos muy diferentes al actual. No obstante, nuevas formas de escribir ficción pueden empezar a utilizarse.

Una de ellas es la de Gillian Flynn, escritora estadounidense que subvierte los tradicionales estereotipos de personajes femeninos, pues sus protagonistas no son damiselas en peligro, pero tampoco son femme fatale, son más bien mujeres genuinas, con virtudes y defectos, simultáneamente heroínas y antagonistas de sus propias historias.

Flynn es reconocida por haber escrito Gone Girl, la intrigante novela que se convirtió en la película por la cual Rosamund Pike fue nominada al Oscar. Sus otras dos novelas han tenido un éxito similar: Dark Places también fue adaptada al cine y Sharp Objects inspiró la más reciente serie de HBO.

Flynn es una de los escritoras más populares en la actualidad y eso se le atribuye no únicamente a su talento, sino también a su capacidad de crear personajes femeninos que tienen sus lados oscuros; que son egoístas, cínicos, amorales, ambiciosos y mentalmente inestables, son humanos.

 

Mujeres naturales

En Gone Girl, la protagonista crea un plan perfecto para vengarse de su esposo, recurriendo incluso al asesinato. En Dark Places, la protagonista se enfrenta a su trágico pasado primero por dinero y luego por necesidad de descubrir la verdad, y en Sharp Objects, la protagonista es una periodista que investiga crimines que luego se conectan con su propia familia tóxica, aquella de la que había huido tanto.

En The Grownup, su última publicación, la protagonista es similar: una mujer con un pasado problemático, traumas emocionales, prioridades narcisistas y decisiones impulsivas.

Flynn se opone así a una tradición literaria en la que las mujeres casi nunca eran retratadas como seres moral y psicológicamente ambivalentes. Podían ser buenas o malas, listas o tontas, interesantes o aburridas, pero no ambas al mismo tiempo.

Las protagonistas de Flynn retan esos estereotipos. Ellas no necesitan ser rescatadas por un príncipe, sino por sí mismas. Tienen demonios con los que lidiar y, aunque sus actitudes no son ideales, al final lo que importa es que tienen agencia: son seres autónomos, dueños de sus destinos, en paz con sus errores y defectos y en busca de una vida más plena.

Flynn escribe ficción sobre mujeres reales, mujeres como ella misma; mujeres como todas nosotras: que no son perfectas, que son conflictivas, que quizá han perdido un poco la cordura, pero que no dejan de ser ellas mismas.

Ningún otro escritor actual tiene un enfoque como el de ella, y eso se demuestra en la fama que sus obras han ganado, lo que desmiente el prejuicio en la literatura contemporánea: no toda es tan banal como parece.    

*Estudiante de Literatura Inglesa y escritora.

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