Remembranzas

PRIMER SEMINARIO DE ENSENADA 1940 Segunda parte

sábado, 15 de septiembre de 2018 · 00:00

Por Heberto Javier Peterson Legrand*

En Octubre de 1941 sucedió un hecho lamentable que la comunidad de Ensenada desaprobó, por órdenes del General Rodolfo Sánchez Taboada se cerró el Seminario. Las puertas fueron selladas, acto ejecutado por el Comandante Jesús Sobarzo quien recibió a su vez órdenes del delegado Julio Dunn Legaspy.

Los seminaristas fueron distribuidos en casas de familias ensenadenses que de inmediato les dieron cobijo.

Monseñor Felipe Torres Hurtado se trasladó a la Ciudad de México donde fue recibido de inmediato por el presidente de la República de esa época, el General Manuel Ávila Camacho a quien le expuso la arbitrariedad que se había cometido prometiéndole el presidente arreglar el asunto.

Durante la ausencia de Monseñor Torres Hurtado, el Vicario General Delegado, Gregorio Alfaro Martínez M. Sp. S. y el P. vicerector Modesto Sánchez Mayón, consiguieron en Santo Tomás una casa para unas forzadas vacaciones.

Un día temprano les llegó el comandante de policía de Ensenada con el propósito de echarlos pero al no lograrlo se retiró molesto.

Finalmente pudieron los seminaristas y sus maestros- después del injusto trato- regresar al Seminario para continuar con su formación.

Aquella primera casa que se convirtió en el primer seminario, debido al creciente número de vocaciones, se volvió insuficiente para albergar a los nuevos seminaristas.

Monseñor Felipe Torres Hurtado, se enteró de un edificio de ladrillo que tenía una arquería estilo colonial, que había servido para los laboratorios de Bodegas Santo Tomás, propiedad entonces del General Abelardo Rodríguez, la cual estaba abandonada. Pidió una entrevista con él y le propuso la compra del edificio que contaba con 13 hectáreas, accediendo Don Abelardo vendiéndosela en una cantidad casi simbólica.

Hombre de visión extraordinaria

En enero de 1942 se trasladaron a las nuevas instalaciones que ofrecían mejores condiciones para las actividades espirituales, culturales y deportivas.

Al Seminario Mayor ingresaron José Doroteo Marín, de Mc. Allen, Texas, Estados Unidos y Humberto Molina de Saltillo, Coahuila.

Al Seminario Menor ingresaron Alfonso Chee Fimbres, Jorge Apalategui, Eduardo Sánchez Corella y José Tavares de Tijuana; Alejandro Valdez Corella, Jaime Villavicencio y Apolonio Núñez de Mexicali, de otros lugares Enrique Anguiano, Eliseo Sánchez, Alberto Moreno y Roberto García de León.

A fines del mismo mes llegó de la Ciudad de México el P. Anselmo de la Fuente M. Sp. S., a quien nombró Monseñor Torres Hurtado como nuevo vicerector, mandando al P. Modesto Sánchez como Párroco de Tecate.

A finales de agosto llegaron a Ensenada los padres José Ibarrola Grande, M. Sp. S., y Luis Manuel Guzmán, M. Sp. S., siendo nombrado el primero párroco del Inmaculado Corazón de María y Ecónomo y el segundo vicerector del Seminario Misional.

Tiempo después el P. Manuel Guzmán fue nombrado párroco de Nuestra Señora de Guadalupe en Tijuana y como vicerector fue anunciado el padre Gregorio Alfaro.

Al padre Máximo García Martínez se le confirmó como prefecto de Disciplina con atribuciones de vicerector.

Había un reglamento que indicaba las actividades bajo un horario estricto muy formativo que incluía la Santa Misa diaria, el estudio, las clases, el recreo, aseo, rezo del Santo Rosario, comidas con lecturas y el cuidado de la formación cultural y espiritual.

Cuidaban y fomentaban las normas sintéticas para lograr una buena dicción en la lectura y en la predicción; se organizaban, 2 veces al año, fiestas teatrales con el propósito de que los seminaristas perdieran el miedo a hablar en público y desarrollaran su personalidad.

Hubo un caso singular de un médico de Mexicali quien tenía un concepto peyorativo del Seminario. En una ocasión atendiendo a una invitación que lo comprometió, acudió a eventos culturales e interiorizándose sobre las actividades que allí se desarrollaban, lo cual fue el detonante para su conversión al catolicismo. Sólo Dios sabe cuándo, cómo y dónde.

El Seminario debido al contacto con otros equipos pudo, junto con ellos, formar la Primera Liga Municipal de Fútbol. La liga estaba integrada por el 14 batallón de Infantería, el equipo de la Casa Yun-Kui que dirigía un joven chino y el equipo del Seminario de Nuestra Señora de la Paz de la Baja California.

La primera directiva fue integrada por el minorita padre Máximo García Martínez; el joven Yun-Kui y un Sargento del 14 batallón.

Conforme pasaba el tiempo fueron llegando nuevos teólogos,  el primero, en 1942, un joven estudiante que cursaba tercero de Medicina, Humberto Molina quien se ordenó sacerdote en la Diócesis de Saltillo Coahuila.

Humberto impartió clases de Matemáticas, Biología y Álgebra. Era muy inteligente, con sus conocimientos atrajo a los militares del 14 Batallón de Infantería acuartelados en el Ciprés.

En enero de 1942 llegó el doctor en medicina Miguel Domínguez, quien fue uno de esos casos de vocaciones tardías. Tenía 85 años, era viudo, con varios hijos y 2 hijas religiosas. Era muy preparado en Filosofía y Teología por lo que después de algunos meses de preparación recibió la unción sacerdotal siendo su apostolado corto pero muy fecundo.

En abril de 1943 llegó el licenciado en  Derecho Agustín Escudero, procedente de la capital para ingresar al Seminario a fin de estudiar Teología y algunas otras materias para poderse ordenar .

Finalizo diciendo que Felipe Torres Hurtado hizo una labor extraordinaria y fue profundamente amado por sus hermanos. Su cambio a otro lugar fu doloroso e injusto, pero Dios tiene sus caminos que nos rebasan.

*Escritor ensenadense.                                                                                                                

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