El genio Miguel Ángel El genio Segunda parte

sábado, 29 de septiembre de 2018 · 00:00

Por José Carrillo Cedillo*

En la faja de arcos de la Capilla Sixtina, Miguel Ángel describió en sus frescos, la genealogía de Cristo según san Mateo, pintó además, las imágenes de los 7 profetas del Antiguo Testamento, alternadas con figuras de sibilas.

Delante de los arcos transversales representó figuras juveniles desnudas (que más tarde fueron cubiertas en 1559 por orden del papa Pablo III, quien pidió al pintor Daniele Da Volterra, un amigo de Miguel Ángel, que cubriera la desnudez de muchas figuras, aunque fue bajo la protesta de este pintor y del mismo Miguel Ángel).

Sobre el altar mayor, describió la creación del mundo y sobre la nave, la Historia de los primeros hombres.

El enorme trabajo de la obra se prolongó durante 4 años y Miguel Ángel lo ejecutó sólo al despedir a sus asistentes por su falta de destreza; esto ocasionó que Miguel Ángel se presionara por el Papa pues a éste le urgía que terminara porque él se iba a la guerra, por ello, Miguel pintó estando muy enfermo.

Pocos saben que él inventó andamios especiales que mandó construir, para trabajar acostado de espaldas; pintaba el techo a menos de un metro de distancia. Habrá que subrayar la terrible presión que estaba en sus hombros ante el compromiso de realizar la obra, prácticamente sin ser pintor y acechado por sus “enemigos” y por muchos personajes importantes que exigían trabajos para ellos.

Más que una influencia mundial

Miguel Ángel escribió: “se me solicita tanto que no tengo tiempo para comer…”. Es sumamente emocionante leer su forma y  pensamiento estético y admirar el trabajo de un genio. Su dibujo es subyugante por su poderío pues su trazo es tan firme y vigoroso que confirma su dicho es más escultor que pintor, pero desde luego esto no demerita su excelente trabajo complementado de un bellísimo colorido que salió a flote después de que lo limpiaron hace pocos años, debido a estar gris tantos siglos.

El trabajo semeja al de una gran orquesta que nos brinda una sinfonía pero donde un sólo ejecutante toca todos los instrumentos. Y nos grita la obsesiva entrega de un genio a su vocación. Decía Miguel Ángel que se pinta con la mente no con las manos.

La creación de Adán en la capilla es un icono universal y la publicidad que de todo se apropia, ha tomado el tema y por ejemplo en las películas, como E. T., al tocarse los dedos remite a Miguel Ángel, y en cuanto a su David, lo vistieron con un pantalón Levis y en el mundial le pusieron un balón. La publicidad genera millones, sí, millones de enajenados por el consumismo.

Miguel Ángel vivió intermitentemente entre Florencia y Roma por una temporada. En 1532, en Roma, se enamoró, fue un amor platónico, que había de durar hasta su muerte, de un joven noble llamado Tommaso Cavalieri.

En 1534, fue designado escultor, pintor y arquitecto oficial del Vaticano por el Papa Pablo III. Regresó entonces a trabajar a la Capilla Sixtina, donde en 1536 inició el fresco de El Juicio Final. Poderoso en concepción como en ejecución, este fresco reflejaba la preocupación del artista por la salvación de su propia alma. Completó Miguel Ángel en febrero de 1545, sus trabajos en la tumba de Julio II.

Durante sus últimos años Miguel Ángel abandonó la pintura para lo cual nunca se había sentido capacitado y enfocó su talento a la escultura y a la arquitectura, aunque tampoco se consideraba arquitecto.

Pero tenía una obvia faceta de poeta:

   CVII

“Mis ojos que codician cosas bellas

Como mi alma anhela su salud,

No ostentan más virtud

Que al cielo aspire, que mirar aquellas

De las altas estrellas

Desciende un resplandor que incita a ir tras ellas

Y aquí se llama amor,

No encuentra el corazón nada mejor

Que lo enamore y arda y aconseje

Que dos ojos que a dos astros semejan”.

El 18 de febrero de 1564, murió Miguel Ángel en Roma, cerca de los 90 años. En su última confesión ante el Cardenal Salvati, dijo: “Me pesa no haber hecho lo suficiente para la salvación de mi alma y morir cuando apenas empiezo a aprender el alfabeto de mi profesión”.

*Artista plástico y docente con más de 50 años de trayectoria.

...

Comentarios