La aventura de mi viaje

Érika Amador nos comparte un viaje que hizo en 2011 a Marruecos y Francia para vivir una nueva experiencia y conocer otras culturas
sábado, 25 de octubre de 2014 · 00:00
En Marruecos
El Viaje a Marruecos fue de gran aprendizaje, toda una aventura, de igual manera lo realicé sola, salí desde Tarifa, España en ferrry. Hubo muchas personas que me sugirieron ser muy cuidadosa al hacer mi recorrido por aquel país y otros me contaban que no había de que preocuparme, los cuatro días fueron increíbles. Me impactaron las restricciones que persisten hacia las mujeres, con son las visitantes se muestran más tolerantes, pero con las residentes del lugar tienen muchas limitaciones, desde la vestimenta que utilizan, los lugares a donde se les permite ir, así también se observa una diferencia muy marcada entre las clases sociales. Constantemente las personas de Marruecos al saber que eres de México mencionan que su país es muy parecido al nuestro y manifiestan gran calidez. A veces parece que la vida te pone en el camino a personas para que de cierta manera sean tus guías y así fue como conocí a Angela e hicimos gran parte del recorrido juntas, visitamos Ashila un sitio donde predomina un respeto hacia el arte y se conoce que varios músicos, escritores y pintores famosos han adoptado allí su propio sitio para descansar por temporadas. Lo que más me gustó fue Chefchaouen conocida como la Ciudad Azul nos trasladamos por carretera y todo el recorrido lo hicimos caminando, pues los callejones son bastante estrechos. Tuvimos un guía que nos compartió las costumbres del sitio, desde el hecho de que las mujeres pintan sus manos con hena con ciertos símbolos, ya que es parte del arreglo para un evento especial.
En el lugar se percibe una calma absoluta y a cada paso que das, se escuchan como un gran eco los rezos de las personas que  se encuentran en la mezquita .

Érika Amador comenta que le impactó las restricciones que persisten hacia las mujeres, con las visitantes, se muestran más tolerantes.


 
Las mujeres pintan sus manos con hena como parte de su arreglo personal.


 
Callejón en Chefchaouen conocida como la Ciudad Azul.




En Francia
Recuerdo que el viaje a París fue muy especial, tenía muchas ideas sobre lo que iba a ver y fue más hermoso de lo que pude imaginar, era la primera vez que estaba en la capital francesa, mi estancia fue de 5 días y realicé el viaje sola. Desde que hice el primer recorrido caminando  sentí  una emoción bastante peculiar, fue como viajar en el tiempo, cada calle y edificio tenía no solo arquitectura de una época determinada, sino que parecía tener un alma propia. 
Lo que más me gusto fue que existen múltiples museos  y espacios donde se promueve el amor al arte, se percibe que las personas ejercen su libertad con responsabilidad y respetando los derechos de los otros, me encantó tener la oportunidad de conocer en  Giverny la casa de Monet y el museo donde se encuentra una exposición de los pintores contemporáneos a él. Sin duda París es una ciudad que te invita a volver, cada sitio es especial, cada que volteas la vista hacía alrededor es como estar dentro de una postal.
Casa de Monet.



Casa de Monet.

 
Palacio Versailles.

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