“¿Enoturismo?”

La semana pasada me invitaron a un evento donde aprendí a hacer cocteles. En mi lugar había varios elementos: Un shaker, varios vasos, copas, hielo, mezcal, frutas, chiles, verduras, raíces, hojas y otros licores. Mi mesa era de 5 personas, las cuales Íbamos platicando poco en lo que poníamos atención a la receta de la bebida que estábamos preparando. Unas rodajas de pepino, 2 onzas de mezcal, jugo de limón amarillo, una rebanada fina de Jengibre y hielos, estaban listos en mi shaker, la cual movía sin cesar para lograr el mejor trago de la noche, mis compañeros de mesa, preparaban los suyos con frutos rojos, tunas y hasta betabel y pimientos. Mientras yo decoraba mi copa con chamoy y chile piquín, me preguntaron que a qué me dedicaba, y ahí iba una vez más mi respuesta. Hago Enoturismo, -”¡Que padre!, ¿Qué es el Enoturismo?”.

El vino en México parecería relativamente nuevo, ya hemos platicado aquí, que no es así. Hace más de 420 años que se elabora vino en nuestro país. Si comparamos nuestra industria vinícola con otros países de gran tradición, como España, Francia e Italia, se podría pensar que estamos empezando, sin embargo nuestro crecimiento va incrementándose en todos sentidos. Hay mayor interés por el vino mexicano, cada vez son más los que lo producen y mucho más los que lo consumimos. Hemos estado haciendo tal ruido, que ya se sabe que en México se hace vino de alta calidad y se ha demostrado con los premios conseguidos en los últimos años.

La producción del vino, siempre está acompañada de otras industrias e incluso culturas como la gastronomía y esta combinación ha dado tal resultado que las personas quieren vivir este tipo de experiencias y así es como nace un turismo por completo dedicado a este entorno.

En México existen 10 principales zonas vinícolas, Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Nuevo León, Puebla, Querétaro, Sonora y Zacatecas. Todas rodeadas de su gastronomía, dejándonos ver las inmensas posibilidades para conocer todo lo que rodea la vida del vino en México. Con tanto por ver, sólo en el Valle de Guadalupe se habla que son más de 100 vinícolas, todas y cada una con su historia, su proceso de vinificación, sus cavas, su arquitectura, su concepto, todas tan diferentes y con cualidades únicas como para atrapar a cualquiera con sus diferentes filosofías y forma de ver la vida.

Tan sólo a 30 km de distancia de Ensenada, podemos conocer una de las únicas vinícolas certificadas como Orgánica y Biodinámica que tenemos en México. Finca La Carrodilla propone una nueva manera de hacer vino, por medio de la agricultura Biodinámica, una propuesta de sustentabilidad agrícola, esto quiere decir que el cuidado al medio ambiente y el respeto del mismo, rijan la forma de hacer vino, sumando diferentes elementos como la limpieza, la selección y el cuidado meticuloso a la hora de vinificar, teniendo que ver las estrellas, el terruño y los astros, entre otras cosas. También está Alximia, una vinícola que elabora vinos que transitan por el sendero enológico que se manifiesta en el atrevimiento libre y existencial frente a lo estructurado y exacto del pensamiento científico.

Imagínense si de esas más de 100 vinícolas tan sólo he mencionado un par en esta zona, todo lo que no hay por conocer, tanto que aprender y además de todo, degustar sus vinos y saborearlos junto con algún delicioso platillo.

Contestando a la pregunta de mi compañera de mesa, el Enoturismo va mucho más allá de sólo catar vinos y maridajes. Es una experiencia redonda que te llevará a dormir entre viñedos, conocer bodegas tanto tradicionales como innovadoras, aprender directamente de los productores y disfrutar del entorno, beneficiando además, enormemente a las comunidades que se visitan, de la mejor forma, viajando.

aracelivelazquez@proyectovino.com.mx
www.proyectovino.com.mx
Twitter: @proyectovino