Desinformación

Hay personas que ganan mucho al desinformar y causar pánico entre la población o cierto sector, tal es el caso del tema de las desaladoras en Playas de Rosarito y San Quintín. El tema es de suma importancia para abastecer de agua a la región, sobre todo a Ensenada.

El municipio más grande del país está sumergido en un problema de abasto, debido a que gobiernos no previeron el problema que se vendría años más adelante, con el aumento poblacional en Ensenada y el despilfarro del vital líquido por la falta de cultura del cuidado de la misma.

Sin embargo, el hecho que personas o grupos aseguren o desinformen que el agua de la planta desalinizadora de ambas partes sea para vender agua a los Estados Unidos, solo hace que la gente se oponga a los proyectos y en lugar de un beneficio, sólo se dañará a la ciudad, la economía y a los proyectos.

Una ciudad sin agua, está destinado al fracaso, porque no se desarrolla la industria que requiere de agua para poder establecerse, entonces, la economía mermará tal y como sucede en estos momentos con Ensenada.

Entonces la pregunta es ¿por qué se encargan de malinformar a la sociedad?, ¿qué ganan con que no se haga el proyecto de la desaladora?, ¿cómo quieren que se obtenga el gua si la región es semidesértica? Hay muchos cuestionamientos al respecto.

Esto viene en colación a personas como Mexicali Resiste que visitó -para qué- San Quintín, según esto, para informar sobre el proyecto de la desaladora a los residentes de esta delegación, sin embargo, al parecer más que informar, desinformaron y ahora muchos se oponen al proyecto al grado que el secretario general de Gobierno del Estado, Francisco Rueda Gómez volvió a desmentir la idea que se instalarán las desaladoras, sólo para mandar el agua a Estados Unidos.

En caso de que se hiciera esa transacción de vender agua a San Diego, no sería a cargo del Gobierno Estatal, tendría que ser por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), porque los proyectos de la desaladora no son con recursos federales, son estatales y se pretende entren las Asociaciones Públicas Privadas (APP’s).

Entonces ¿hay gente que no quiere agua?, o no quiere que haya progreso y siga siendo Ensenada y el Estado dependiente del agua que se envía, por cierto muy poca, del Río Colorado.