SUMANDO ESFUERZOS

Violencia Familiar y de Género, el papel del equipo de salud

Por Dr. Guillermo Trejo Dozal*
jueves, 23 de noviembre de 2017 · 00:00

Las experiencias, tanto de las organizaciones de la sociedad civil como de las instituciones públicas que han establecido servicios para la atención del problema, indican que la detección temprana y la atención oportuna a las mujeres que viven violencia puede ayudarles a salir del ciclo de la misma, reduciendo su impacto sobre la carga de la enfermedad y el riesgo de muerte de las mujeres.

En un estudio realizado en nuestro país, se atribuye como primera causa de pérdida de años de vida saludable entre las mujeres en edad productiva (15 a 59 años), a la depresión mayor unipolar y una gran proporción de esta forma de depresión, se asocia con las diferentes formas de violencia de género. Otros trastornos asociados son la ansiedad, insomnio, embarazos no planeados, infecciones de trasmisión sexual, abuso de alcohol y drogas de uso médico.

La forma de dominio del que violenta puede impactar directamente o agravar padecimientos de las víctimas como problemas cardiacos, asma o diabetes. Como cita la NOM: “La violencia familiar se ejerce tanto en el ámbito privado como público, a través de manifestaciones del abuso del poder que dañan la integridad del ser humano”.

Desde los inicios del estudio de la violencia contra las mujeres, a partir de la perspectiva de salud pública, se consideró que el papel del equipo de salud es sustancial para poder identificar a las mujeres maltratadas, tanto las que llegan lesionadas a las salas de urgencias, como las que asisten de manera regular a la consulta.

La atención oportuna a las personas y en específico en situación de violencia, es una tarea que implica un abordaje multidisciplinario, pero que se sustenta en servicios integrales y especializados en la atención de la violencia, como la detección temprana, la atención oportuna, la asesoría legal, la referencia inmediata de los casos a los servicios dependiendo de la severidad de los mismos.

Una de las características de la violencia familiar y de género, es que las personas que viven estas circunstancias, rara vez demandan la atención por esta causa e incluso sólo una proporción muy pequeña de ellas habla con el personal de salud sobre el problema. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que las mujeres maltratadas utilizan con mayor frecuencia los servicios de salud que el resto de las mujeres, por los que, con base a ciertos marcadores de riesgo, es necesario hacer la búsqueda intencional de los casos a través de la aplicación de un cuestionario (tamizaje) estandarizado de 10 preguntas que permite llegar al diagnóstico de violencia.

Entre las acciones que maneja el Programa Contra la Violencia Familiar y de Género en unidades de ISESALUD, está el aplicar el tamizaje para detectar mujeres en situaciones de violencia, valorar el riesgo, atender a las mujeres que aceptan que sufren violencia a través de la terapia psicológica individual y de grupos de reflexión, canalizar a la víctima a instituciones públicas de los diversos niveles de gobierno y de otros actores sociales para su prevención, atención, sanción y erradicación; difundir entre las mujeres de 15 años o más, las formas que adopta más frecuentemente la violencia familiar y de género y posibles consecuencias a corto, mediano y largo plazo en la unidad receptora, así como realizar la capacitación constante al personal de salud.

Durante el 2016, mediante este programa se detectaron un total de 3,392 casos afectados por algún tipo de violencia, a la fecha se tiene un registro de 3,272 casos positivos, con importante predominio en el sexo femenino y como lugar de ocurrencia el hogar.

Las personas que sufren esta situación tienen aliados en las unidades de salud quienes las pueden ayudar a romper el ciclo de violencia. Sigamos Sumando Esfuerzos por la Salud de Baja California.

* Secretario de Salud del Estado de Baja California

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