CARACOL, UN MUSEO PARA TI

EL cielo nocturno estrellado, patrimonio ensenadense

Por Rolando Ísita Tornell*
sábado, 25 de noviembre de 2017 · 00:00

El municipio de Ensenada goza del privilegio en el planeta de tener uno de los cuatro sitios con cielos más transparentes, con menos turbulencia atmosférica, y seco la mayor parte de las noches del año; por ello, no es fortuito que albergue al Observatorio Astronómico Nacional en la cima de la sierra de San Pedro Mártir, a 2,830 metros sobre el nivel del mar. Los otros tres sitios están uno en la cima del cerro Chajnantor, en el desierto de Atacama, en Chile, a 5,640 metros sobre el nivel del mar; en la parte más alta del estado de Hawái, en el volcán inactivo Mauna Kea, a 4,207 metros sobre el nivel del mar, y el tercero en el punto más alto de la isla de La Palma, en Canarias, España, a 2,426 metros sobre el nivel del mar. Todos ellos albergan a observatorios astronómicos.

El que estos sitios reúnan las características de sequedad, poca turbulencia y sin nubes la mayor parte del año se explica por la necesidad de que la información que nos llega al planeta desde el Universo a través de las partículas de luz llamadas fotones y/o radiación electromagnética, no tenga perturbaciones o contaminación alguna y los astrónomos puedan interpretar con la mayor precisión la información detectada por los finísimos instrumentos adosados a los telescopios ópticos.

Aún así, los ensenadenses no tenemos la necesidad de treparnos a la cúspide de San Pedro Mártir para maravillarnos del paisaje celeste nocturno, nos basta con el cielo despejado en los alrededores o fuera de la ciudad para apreciar la sorprendente Vía Láctea, la galaxia en la que nuestro sistema solar viaja por el Universo; las constelaciones o algunos de los planetas a simple vista; y si tuvimos el tino de adquirir unos binoculares o, todavía mejor, un telescopio podemos quedar una y otra vez boquiabiertos mirando las sorprendentes y caprichosas nebulosas, o racimos de soles o de galaxias. La pregunta sería si voltear al cielo nocturno y quedarse contemplándolo, dando rienda suelta a nuestra imaginación forma parte de nuestros hábitos.

Esta pregunta es la que motiva el interés y entusiasmo por organizar cada año, desde 2009, la Noche de las Estrellas, porque además de resaltar la importancia de que nuestro municipio sea anfitrión de uno de los cuatro sitios del planeta entero donde los investigadores astrofísicos observan, detectan, miden y encuentran las más confiables explicaciones de dónde venimos los humanos, cómo sucedió, y a dónde vamos, es parte importante de nuestro patrimonio humano, nuestro gran salto a la civilización, la condición previa a la agricultura.

En la Noche de las Estrellas, las estrellas son las verdaderas, no las de las pantallas o los escenarios. Esta fiesta anual de las estrellas es posible por el entusiasmo y generosidad del Instituto de Astronomía y el CNYN de la UNAM, también la entusiasta colaboración del CEART, del CICESE, de la UABC, del Instituto de la Cultura y Desarrollo Humano de Baja California, del XII Ayuntamiento de Ensenada, Museo Caracol, las sociedades de astrónomos y astrobiólogos, del IEABC, IluminArte, la academia SAXEL, la agencia Dolly y Danzoneros de Puerto a Puerto. Los esperamos hoy sábado 25 de noviembre en las dos sedes: CEART Ensenada y El Merendero del Lobo (Maneadero).

* El autor es Asesor en Comunicación Pública de la Ciencia en el CNyN-UNAM.

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