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La elección del rechazo

Por Jorge A. Meléndez
martes, 28 de noviembre de 2017 · 00:00

Le propongo que hoy el hartazgo es el factor clave en cualquier elección. Cuando la población está hasta la madre, ganará el/la candidato(a) que mejor representa el rechazo al sistema.

Trump es un ejemplo perfecto. Aprovechó magistralmente el hartazgo de un segmento poblacional y las peculiaridades del sistema electoral estadounidense para vencer a una candidata que era la imagen misma del “establishment”.

Prepárese, porque México pinta para ser igualito.
Hace mucho que Peña y el PRI le dieron un golpe mortal a todo lo que huela a “sistema”. Imagine, el porcentaje que aprueba la labor de EPN pasó de 52% en julio del 2013 a un irrisorio 20% en julio pasado. Bueno, hasta Donaldo duplica a don Enrique, con 38% de aceptación.

Peña pasó de “Saving Mexico” (¿se acuerda de la portada de Time de febrero del 2013?) a “Screwing Mexico” (joderlo) en apenas 4 años.

Y PAN, PRD y demás partidos no se salvan. La gente los ve como parte del “sistema”. Políticos que prometen y hablan bonito para luego dar “pan con lo mismo”.

¿Quién ganará la Presidencia en este escenario? Él/la que mejor represente el rechazo al sistema. Por eso todos juegan el juego de elegir al que menos parezca de la nomenclatura.

Por eso el PRI apostará por el “amigo Pepe Toño Meade”, es el que menos huele a cadáver tricolor. Por eso Anaya despotrica, ataca al sistema y hasta lanza propuestas populistas ridículas como la “renta universal por ser mexicano” para que parezca que no es parte del mismo.

Por eso ilusamente el Bronco quiere repetir a nivel nacional su fallido experimento de gobierno en Nuevo León. Y en parte por eso los independientes buscan competir. Ojalá lo logren, pero está en chino.

Seguro ya adivinó a donde voy. ¿Quién representa mejor al rechazo en México? Desgraciadamente, Andrés Manuel: lleva 12 años echándole madres el sistema.

Dos sexenios de picar piedra con argumentos simplistas, teorías del compló y promesas incumplibles que tristemente funcionan en una buena parte del electorado que está sumido en la marginalidad.

Paradójico: la perpetuación de la pobreza económica y educativa que tan bien le funcionó al PRI ahora se le voltea.

Por eso López Obrador es el gran favorito. Y por eso el sistema hará hasta lo imposible porque no gane.

Gastarán una millonada, irán contra enemigos, buscarán cooptar a árbitros y fiscales, reclutarán a empresarios como aliados y apoyarán a políticos como el Bronco para quitarle votos al rayito. Ojalá y no, pero hasta pudieran planear algo más siniestro si lo demás no funciona. Remember Colosio.

La solución real sería que los electores emitieran un voto racional. Que entendieran que no hay soluciones “mágicas” para problemas complejos. Que aceptaran que el temperamento e ideas de Andrés Manuel son malísimas. Relea “¿Un rayito que electrocuta?”.

Que se comprendiera que el primer paso para mejorar en una empresa o en un país debiera ser eliminar o evitar lo malo.

“El comportamiento destructivo -egoísmo, temor, grillas, flojera, deshonestidad- tiene un impacto mucho mayor que el constructivo”, explican los profesores de Stanford Bob Sutton y Huggy Rao.

Los autores del libro “Escalando la excelencia” explican que si se quiere crear y fomentar la misma, la primera tarea es quitar lo negativo. Y describen 6 métodos para lograrlo:

  1. Cortar de raíz e inmediatamente.
  2. Plomería antes de poesía. Olvidar palabras. Enfocarse a arreglar pequeñas cosas, una a la vez.
  3. Adecuado antes de excelente.
  4. Reclutar a los “súper estrellas” y populares. Que no tengan malos comportamientos, pues marcan pauta.
  5. Eliminar la emoción de ser malo. Corregir incentivos.
  6. Cambiar del presente al futuro. Que el “mal portado” hoy visualice cómo puede ser mañana.

Según Sutton y Rao hay que estar atentos para detectar 4 señales que promueven el mal comportamiento organizacional: temor a asumir responsabilidad, sentimientos generalizados de injusticia, incapacidad para cambiar lo malo y la prevalencia del anonimato.

Buenísimas ideas para una empresa y para un país. Si el rechazo jugará un papel clave en el 2018, ojalá que el primer paso sea rechazar a un mal candidato(a). No equivocarse al votar, ¿o no?

EN POCAS PALABRAS.
“Los votantes no deciden una elección, la deciden los que cuentan los votos”
Joseph Stalin


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Twitter: jorgemelendez

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