Que nadie se quede atrás

En una sociedad global que ha demostrado poca sensibilidad a la eliminación de todo tipo de violencia contra la mujer, en México el gobierno federal que encabeza Enrique Peña Nieto, ha sido omiso e irresponsable para enfrentar a este flagelo que lastima a toda la sociedad.

Cada día 25 de noviembre, se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer impulsado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La campaña 16 Días de Activismo contra la Violencia Sexual y de Género inicia cada año el 25 de noviembre, y concluye el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. El tema de este año, en línea con los objetivos del desarrollo sostenible es: “Que nadie se quede atrás: Pongamos fin a la violencia contra las mujeres y niñas.”

Lamentablemente este sexenio ha fallado en múltiples rubros, incluida la seguridad de la mujer, el número de homicidios dolosos contra niñas, jóvenes y adultas ha incrementado en el tiempo; Peña no cumplió.

Información de 2016 de Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revela que la violencia contra las mujeres está extendida en todo el país, 30.7 millones han sido sujetas a actos violentos y discriminatorios alguna vez a lo largo de su vida, estos datos no pueden continuar y debe de haber un esfuerzo nacional por revertirlos, señaló la Vicecoordinadora de Proceso Legislativo de su bancada en San Lázaro, Eloísa Talavera Hernández.

Los datos revelan que no se trata de actos aislados sino de un patrón general ya que, en todas las entidades federativas, más de la mitad de las mujeres ha experimentado agresiones de tipo emocional, sexual, físico o económico, temas que la administración Peñista decidió no enfrentar desde el inicio de su gestión.

En la última década, como lo publican medios nacionales, en promedio cada cuatro horas ocurrió la muerte de una niña, joven o adulta en alguna entidad federativa del país, lo que es inaceptable y debe combatirse.

Más de 22 mil 480 mujeres fueron asesinadas a lo largo de todo el país, de acuerdo a datos revelados por el INEGI de 2007 a 2016, es una cifra indigna y expone claramente la magnitud del problema de feminicidios que hay en México.

En 2017, veinticinco países acumulan la mitad de todos los crímenes de mujeres en el mundo, en donde México va en incremento y forma parte de las 10 naciones más violentas contra las mujeres en todo el orbe de acuerdo al estudio “Carga Global de la Violencia Armada 2015, todo cuerpo cuenta.”

Ayer tuve la oportunidad de invitar a la alpinista de clase mundial, empresaria, emprendedora, Karla Weelock a Ensenada; un testimonio de vida, de esfuerzo, un testimonio de entrega y de compromiso personal que ejemplifica claramente el resultado que puede alcanzar la mujer mexicana.

Es claro que para lograr metas grandes, hay que soñar en grande, hay que ser tenaz y aprovechar toda oportunidad, trabajar con empeño y visión, manteniendo en todo momento la brújula perfectamente direccionada al objetivo, únicamente así se alcanzan los sueños.

Sin embargo, para que esto pueda suceder, es necesario que el gobierno establezca políticas públicas que por un lado, protejan a toda costa los derechos de las niñas y mujeres del país, pero además, que impulsen su desarrollo equitativo y sostenido, solamente así veremos cambios reales en el país.

Desde la Cámara de Diputados, he impulsado la creación de protocolos de violencia de género en Universidades Públicas y Privadas, he luchado para que hoy en día esté tipificado en la ley el acoso sexual, he sido defensora de los derechos de la mujer y será una tarea que me seguirá toda la vida, independientemente de la trinchera en la que me encuentre.

Finalmente hay que recordar, la premisa debe de ser “Que nadie se quede atrás: Pongamos fin a la violencia contra las mujeres y niñas”