MITOS

Medio siglo sin una reflexión

Por Carlos Lazcano
lunes, 6 de noviembre de 2017 · 00:00

Ya desde hace tiempo que debería haberse hecho una valoración profunda sobre lo que en realidad son las carreras Baja 1000 y Baja 500. El principal argumento de sus defensores es que representa una derrama económica para Ensenada, pero lo cierto es que la única derrama que esta demostrada es la del dueño estas carreras, el sr. Norman Rogers.

Lo que está más que demostrado y no hace falta hacer muchos estudios, son los tremendos impactos al medio natural de Baja California. De hecho esa es una razón por la que este tipo de carreras cada vez se hacen menos en Estados Unidos. Aquí, a nuestras autoridades no les importan nuestras regiones naturales y con la mayor facilidad dan los permisos para que estas carreras se realicen.

Urge una reflexión comunitaria en nuestra ciudad sobre ellas. Además, el desorden que ocasiona en la ciudad cada vez es peor, ya desde hace tiempo debieron ser sido sacadas y llevadas a otras partes.

Otro factor que mucho afecta a Baja California es la falta de una regulación que controle estas carreras y no permita a los organizadores hacer lo que les venga en gana sin respetar las leyes mexicanas.

Hay quienes dicen que es a la mayoría de ensenadenses que les gustan las carreras y para ellos es argumento suficiente para que se realicen sin ninguna restricción. Sin embargo, hay que recordarles que el respeto a las leyes no es una cuestión de democracia, además de que ciertamente no es la mayoría a quienes les gustan estos depredadores eventos.

Es preocupante que muchos de los fanáticos de estas carreras prefieren que se violen las leyes, prefieren que se afecte a nuestras regiones naturales, prefieren que se pisotee nuestra dignidad con tal de que se realicen. Las defienden con una energía digna de mucho mejor causa.

Es claro que quienes gustan de estas carreras no aman Baja California, no aman Ensenada, no aman la naturaleza y ponen en riesgo el mismo futuro de sus hijos. Su actitud esta llena de insensatez y falta de sentido común.

carloslascano@hotmail.com
 

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