¿Está en riesgo su chamba?

En la era de la ultra competencia hay riesgos (y oportunidades) en todos lados. Y no solo a nivel organizacional, sino personal. En cualquier momento se puede tambalear la chamba del que sea.

Desde el empleado más humilde hasta el más poderoso CEO. Un ejemplo perfecto es la salida operativa de Emilio Azcárraga de Televisa, que está sufriendo los embates de una revolución en su industria. Relea “¿La muerte de la TV?”.

Y sin embargo, la disrupción no es el único riesgo. Subsisten las razones típicas por las que se puede perder un trabajo.

“Inicia con una sentimiento de intranquilidad: no te invitan a juntas clave, tu jefe deja de sugerirte cosas, tus colegas son distantes. ¿Cómo puedes ser el último en enterarte de que tienes problemas en el trabajo?”, se pregunta Sue Shellenbarger en el Wall Street Journal.

A través de entrevistas con expertos, la periodista enumera cinco errores que pueden poner al que sea en la cuerda floja:

1. Ignorar señales relevantes. Por ejemplo, los valores y prioridades del jefe(a). Craso error. Aquí le van algunas más:
- El superior deja de dialogar y sugerirle opciones.
- No le invitan a juntas clave a las que solía asistir.
- Colegas otrora amigables lo evitan.
- Nunca recibe retroalimentación.
- Nunca pide retroalimentación.

2. Mal juzgar habilidades personales. Sobre estimar las fuerzas y capacidades e ignorar las debilidades. Una receta que lleva directito al despeñadero. Cuidado con confundir que por tener una habilidad se va a ser bueno en cualquier actividad que la requiera. Por ejemplo: como razono bien, seré bueno en cualquier cosa que requiera razonamiento. Error. Otra trampa a evitar: el famoso efecto Dunning-Kruger: los que son malos para algo difícilmente lo aceptan. Relea: “Evitar la estupidez”.

3. Rechazar cualquier crítica o consejo, aunque sea constructivo. Algo muy “trumpiano”: calificarlas de fake o irrelevantes. Revela falta de inteligencia emocional. La actitud madura es distinguir críticas constructivas y aprovecharlas.

4. Cegarse cuando se es muy bueno en algo. Pensar que el estrellato termina por hacer que no sea necesario trabajar en equipo o llevarse bien con la gente.

5. Consolarse comparándose con los mediocres. “A fin de cuentas no soy tan malo. Fíjate en Pepe, ese si es un caso perdido”. Una actitud complaciente que puede convertirse en un ataúd en un mundo ultra competitivo que castiga al mediano.

Excelente lista de osos a evitar. Pero pensemos en positivo. ¿Cómo estar más seguro en el trabajo? Primero, lo básico. Haciéndolo bien:

a) Dominando la materia y aprendiendo constantemente.
b) Conociendo y excediendo las metas.
c) Estando alerta de competencia, disrupciones tecnológicas y cambios en los clientes y el mercado.
d) Siendo proactivo con ideas y sugerencias.

Cierro con un consejo menos intuitivo: acumulando poder. Piénselo: un poderoso siempre tiene ventajas.

¿Cómo hacerlo? El primer paso tiene que ver con una frase que puede sonar injusta, pero que es 100% cierta: “para acumular poder, las relaciones son tan importantes como el desempeño”.

Apenas una perla del libro “Poder” Jeffrey Pfeffer, quien sobre todo enfatiza una relación. Ya adivinó cuál, ¿verdad? ¡Claro, la de su jefe!

El profesor de Stanford recomienda entender bien lo que valora su superior. Pregúntele que le es más importante en su desempeño. Invítelo a comer. Busque puntos de coincidencia. Asegúrese de que sus logros sean los que su superior busque. y que él o ella siempre se luzca. Relea: “Ser amigo del poderoso”.

Por otro lado, también el “networking” organizacional es muy importante. Shellenberger lo dice claramente: los compañeros son los primeros en intuir cuando alguien está en problemas.

Por lo tanto, si tiene buenas relaciones se enterará más fácilmente cuando algo vaya mal. No sólo es un mecanismo de alerta temprana, sino también un sistema de apoyo para sobrellevar la tempestad.

Espero que esta lista de errores y consejos prácticos le sirva para esquivar los obstáculos en el trabajo y aprovechar las enormes oportunidades que existen en esta era de disrupción.

EN POCAS PALABRAS.
“No he fallado. Solo he encontrado 10,000 formas como no funciona”
Edison

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