LA COMEDIA POLÍTICA

PRIngüinos de Madagascar

Por Dan T.
miércoles, 13 de diciembre de 2017 · 00:00

¡Brrrrr! ¡Qué frío está haciendo! La última vez que sentí tanto frío en las manos fue cuando recibí mi aguinaldo y se lo llevaron de inmediato mis deudas. Esta vez el invierno se adelantó casi tanto como López Obrador se adelantó a hacer campaña. Lo bonito del frente frío es que ocurren milagros como el de Coahuila; y no, no me refiero a que los Moreira hayan devuelto lo que se robaron, sino que cayó nieve en las calles de Saltillo. Los más sorprendidos con esto eran los coahuilenses, ya que la nieve no se las cargaron a la deuda que tienen para los próximos 100 años. También en Nuevo León hubo escenas impactantes como las lágrimas de los aficionados de Rayados que se congelaban en el aire y caían en el estadio como cubitos de hielo, los cuales por supuesto eran recolectados en grandes cubetas porque ya se sabe que los regios no desperdician ni el frío. Otra de las bonitas escenas invernales que me tocó atestiguar fue ver a Miguel Mancera patinando sobre el hielo de la congeladora a la que fueron a dar sus sueños presidenciales. También vi a los panistas muy contentos con el frío y hasta pensé que habían construido un muñeco de nieve, pero me di cuenta de que era Ricardo Anaya. Yo creo que me confundí porque lo vi muy sonriente y, pues, el muchacho ya sabemos que no sabe ni sonreír. En Toluca vi a Alfredo del Mazo calentarse con una fogata. que hizo con sus promesas de campaña, como el salario rosa para todas las mujeres. Debo confesar que en medio de tanta alegría hubo un momento de mucha preocupación, pues pensé que a Claudia Sheinbaum le había dado hipotermia. Con eso de que en Tlalpan se registran las temperaturas más bajas de la CDMX, pensé que la morenista se había congelado como paleta, pero cuando me acerqué a verla me di cuenta que, ¡fiu!, así es ella; es tan emocionante como un cubito de hielo. Luego prendí la tele y me emocioné al creer que, muy a tono con este pinche frío, estaban pasando la película de los pingüinos de Madagascar, pero no, en realidad era José Antonio Meade con los PRIngüinos de la CTM, de la CNOP, de la CNC y de cuanta sigla hay dentro del PRI. Obviamente los PRIngüinos no eran gorditos y bonitos, sino más bien panzones y más feos que una axila de chango, pero se les veía contentos con su muchacho.

El autodedazo

Le dice Ricardo Anaya a un panista:
-Antes, yo era una persona vanidosa e insoportable.

-¿Y ya no lo eres, Ricardo?

-No, ya aprendí a ser perfecto.
Cuando sea grande, quiero tener la autoestima de Ricardo Anaya: con todo y que parece Chicken Little, se siente bordado a mano. Cualquiera que haya hablado alguna vez con el ex dirigente panista, sabe que el muchacho es el único argentino nacido en Querétaro. Es sencillito, sencillito. Eso explica el hecho de que Anaya, sin tomarle parecer a nadie, ni preocuparse por la historia ni los reglamentos del PAN, decidió que la mejor opción para la Presidencia de la República. ¡era él mismo!

Así, sin haber competido contra otros panistas que también quieren pelear por la Presidencia, Anaya prácticamente se agandalló la candidatura. Habrá que ver si alguien más se apunta, pero todo parece indicar que el panista finalmente encontró un método democrático para elegirse a sí como candidato a la Presidencia. ¿Y estos son los que prometen el cambio? ¡Aquí me bajo!
 

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