VOX PÓPULI

¿Quién pone en orden la casa?

Por Dr. Álvaro de Lachica y Bonilla*
jueves, 14 de diciembre de 2017 · 00:00

Todos los ensenadenses que acostumbramos hacer rutinariamente ejercicio, ya sea corriendo o en bicicleta, por allá del Cañón de Doña Petra y el Libramiento, nos damos cuenta de las montañas de tierra que desde hace meses, enormes maquinas, remueven de aquí para allá, en el libramiento, cuyo trazo ya estaba funcionando, pero que con la temporada de lluvias, hizo que se presentaran peligrosos deslaves sobre la cinta asfáltica, que los minuciosos ingenieros no habían contemplado y prácticamente están rehaciendo en varios tramos, una nueva vía.

De verdad que en el tema de obra pública, nuestras autoridades, no tienen vergüenza; sus irregularidades, colapsos y sobreprecios son verdaderamente lacerantes. Presupuestos sobregirados, malos materiales, falta de estudios y proyectos, generando este espléndido reparto de recursos. ¿O nosotros estamos enterados quienes están pagando esta reconstrucción?, ¿hubo responsables?

De por sí nos quejamos que en este municipio, no contamos con obra pública para impulsar el desarrollo y el crecimiento de nuestro lugar de residencia. Desgraciadamente la industria de la obra pública, ha sufrido las arremetidas de las ancestrales prácticas de corrupción que ningún gobierno ha sido capaz de frenar, violentando las normas establecidas, en este caso la Ley de Obras Públicas y Servicios.

A ella se anteponen el compadrazgo, el amiguismo, los intereses políticos y económicos, factores que desembocan en obras mal construidas, entregadas a destiempo y, generalmente, a costos muy superiores a lo presupuestado originalmente. Es decir, las obras se licitan entre la opacidad y así, lo que debería verse como símbolo del progreso y el desarrollo de México se convierte en realidad en un desastre: deslaves por todas partes, baches dignos de un monumento, vicios ocultos, daños estructurales, materiales de mala calidad, etc.

¿Ejemplos? todos: el socavón del llamado Paso Express de Cuernavaca, cuyo costo original fue de mil millones de pesos y se fue al doble a la entrega, más lo que implique su reparación y en donde dos hombres pagaron con sus vidas errores ajenos; hasta hoy no hay nombres ni responsables.

La Línea 12 del Metro, presentada como la obra estrella de la administración de Marcelo Ebrard en la Ciudad de México, que debió cerrar por las graves fallas que presentó la obra y cuyo costo pasó de 15 mil 290 a 26 mil 274 millones de pesos y aun no queda.

Y ni qué decir del Tren Interurbano México-Toluca con fallas en su estructura, caída de “ballenas” y el vencimiento de castillos en sus columnas. Por cierto, el costo original de esta obra inició en 44 mil y a la fecha va en 52 mil millones de pesos

La autopista del sol, la torre pediátrica de Veracruz, la carretera Durango-Mazatlán, hospitales en Nuevo león, Durango, Oaxaca, La Célula en Puebla, el penal de Ciudad Victoria, Las Villas Panamericanas en Jalisco y más.

Yo creo que en México prácticamente no se respeta el perfil profesional de los funcionarios que deben decidir la asignación de obras. Y pienso que la mitad del problema proviene de la corrupción e impunidad en las obras públicas y que México ha caído en una brutal obsolescencia en infraestructura. Nuestro país se encuentra rezagado en el tema de la transparencia de los recursos públicos para la construcción.

La incapacidad de los constructores que diseñaron el trazo original, junto con la incapacidad de los encargados del gobierno de supervisar la obra, obliga a replantear la forma en que se adjudica y se construye la obra pública, que hoy ha producido una cascada de corrupción e impunidad

Urge revertir este círculo perverso de una política que elimina el carácter público de las obras para convertirlas en botín de intereses privados. El estado debe responsabilizarse del proceso y el resultado de construcciones financiadas con dinero de los contribuyentes. Obras en las que se invirtieron miles de millones de pesos, inservibles, colapsadas, inconclusas o abandonadas… corrupción, opacidad en las licitaciones, tráfico de influencias, en fin.

* Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste, A.C.

andale941@gmail.com

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