LA OTRA HISTORIA

Todos queremos Navidad

Por Lucía Garayzar*
miércoles, 27 de diciembre de 2017 · 00:00

“La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de la mente. Valorar la paz y la generosidad es comprender el verdadero significado de Navidad”. Calvin Coolidge

Antes de que el emperador Constantino legalizara el cristianismo en el año 313, ninguna fecha universal de celebración de Navidad queda registrada. Los padres de la Iglesia Primitiva como Origenes en el 255, Ireneo en el 202 y Tertuliano en el 220, no incluyeron la Navidad en la lista de fiestas y celebraciones de la iglesia.

Los paganos romanos acostumbraban reunirse en la colina, lugar en el que actualmente se ubica el Vaticano, para conmemorar el “Nacimiento del sol no conquistado”, fiesta celebrada en todo el imperio del día 25 de Diciembre hasta el 6 de Enero.

Ante el auge de esta fiesta que tomaba fuerza, los cristianos de aquel tiempo decidieron conmemorar el nacimiento de Jesús a partir del año 200, dando inicio a esta celebración como una forma de contrarrestar tal paganismo, honrando a Jesús con el título de “Sol de Justicia”. (Lecturas cristianas Renuevo de Plenitud).

Amable lector: lo cierto es que aunque la Navidad no quedara incluida en la lista de fiestas y celebraciones de la iglesia primitiva, desde hace siglos forma parte de la cultura de casi todos los pueblos; actualmente es una celebración acaparada por la mercadotecnia, pero también es una realidad que esta fecha mágica nos da la oportunidad a todos quienes creemos en ella, de iniciar un cambio que transforme para bien nuestras vidas.

La opinión de muchos, es que dadas las circunstancias sería preferible no celebrar nada, ya que en esta época se incrementan los suicidios, aumentan los rompimientos familiares, las guerras no cesan, las injusticias no acaban, etc., etc., sin embrago, ¿por qué no creer? Preguntarían algunos ¿en quién o en qué?

Siendo muy respetuosa de todas las doctrinas religiosas e independientemente de las malas noticias que a diario nos bombardean, la Navidad es el mejor momento para la reflexión y la mejor invitación para ir tras una verdadera reconciliación con nosotros mismos.

Es este el mejor momento para agradecer y acercarnos a Dios, para deshacernos de odios, rencores, temores y desde luego, es este el momento oportuno para que quienes gobiernan reflexionen su actuar, aún hay tiempo para reconsiderar y cumplir con un pueblo decepcionado que ya no cree en la Navidad.

* La autora es profesora
luchygarayzar@gmail.com
 

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