TLC y elecciones

El mayor gasto corriente en periodos electorales y la posible disolución del Tratado de Libre Comercio son los principales riesgos que las entidades federativas enfrentarán en 2018 para su calidad crediticia, señaló Moody’s.

La calificadora internacional mantuvo en perspectiva negativa la situación de las 25 entidades que evalúa debido a los riesgos que enfrentarán el próximo año.

De éstos, la renegociación del TLC se considera un factor externo sobre el cual las entidades no tienen control, mientras que contener el gasto y la financiarlo de manera eficiente es un riesgo interno sobre el que los gobiernos estatales deben trabajar.

Históricamente, las entidades federativas de México han mostrado un incremento al gasto corriente en periodos electorales, el cual suelen financiar con deuda de corto plazo, lo que daña sus niveles de liquidez, explicó Mathew Walter, analista de Moody’s.

Este incremento al gasto presionaría el balance financiero de los estados de la república donde se celebren comicios locales, además de las votaciones por cargos federales, generando déficits, que si bien los analistas de Moody’s estiman moderados, de financiarse con deuda de corto plazo podrían deteriorar el perfil crediticio.

Por su parte, Juan Carlos Moreno, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, sostuvo que la renegociación del TLC es una oportunidad para que México replantee su modelo de crecimiento basado en las exportaciones, aseguró

El especialista advirtió que esta oportunidad se da a partir de que a México no le ha ido tan bien con el TLC.

“Es como si nos quitan al Chicharito y vamos a pensar, qué horror, ya no vamos a llegar al quinto partido del mundial. Nunca hemos llegado al quinto partido del mundial”, aseguró.

“Repensemos la estrategia de cómo nos preparamos para los partidos. México, hace muchos años apostó por el crecimiento liderado por las exportaciones, una de las joyas de la estrategia era el TLC”.

Hasta 2008, indicó, las exportaciones manufactureras crecían a una tasa de dos dígitos, pero el resto de la economía no crecía.

“Tenemos una locomotora fabulosa que no jaló al resto de la economía”, indicó.

Después de la crisis de 2008-2009, explicó, el mundo entró en fase de nueva normalidad en el cual el comercio internacional dejó de crecer a tasas de dos dígitos, y en el peor de los casos ni siquiera crece, es decir que el comercio exterior deja de ser el motor del crecimiento.

Sin embargo, cuestionó, México sigue en la misma danza.

Fuente: Agencia Reforma