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Falsa retórica en nombre de la seguridad nacional

Por Rodolfo Moreno Cruz*
lunes, 4 de diciembre de 2017 · 00:00

En los últimos días ha sido noticia la aprobación por parte de la cámara de diputados la aprobación del dictamen que expide la Ley de Seguridad interior (de aquí en adelante la Ley). Dicho dictamen ha sido enviado a la Cámara de Senadores para su aprobación final. Organizaciones civiles y otros sectores de la sociedad han manifestado un amplio rechazo a esta iniciativa. Por su parte, los promotores de la misma han insistido hasta el cansancio que la Ley es respetuosa de los Derechos Humanos. Sea como fuera, la realidad es que al leer el texto completo de la iniciativa uno se puede dar cuenta que más allá del debate en torno a la justificación o no de la aprobación de este dictamen, lo cierto es que su motivación (y a veces hasta la fundamentación) contiene errores, contradicciones, deficiencias técnicas pero sobre todo falsas retóricas. No hay espacio aquí para enumerar cada uno de ellos y demostrar objetivamente a que me refiero. Solo mencionaré un ejemplo de muchos que encontré y que puede servir como muestra de la debilidad del documento legislativo.

Se lee en la página 43 del dictamen la siguiente afirmación “los razonamientos aquí vertidos nos permiten arribar a que la génesis del derecho como regulador social conlleva a su dinamismo, los ordenamientos jurídicos deben ser actualizados sin dar cabida a ninguna laguna jurídica”. Este párrafo prometer(o al menos eso se espera) que precisamente esta ley se expide para que ya no haya lugar a lagunas jurídicas en materia de seguridad interior (es decir, vacíos de la ley por malas redacciones, incomprensión del texto, ambigüedad de una palabra o vaguedad de la misma).

Pero la promesa es ilusoria pues la ley por su propia naturaleza siempre tendrá lagunas jurídicas, lo que sí se puede hacer es reducir el uso de las mismas a través de la explicación de casos concretos que sirvan de ejemplo para las situaciones que se esperan reglamentar. Sin embargo, más adelante, notamos en el dictamen, en la página 44, que para justificar la ley se escribe lo siguiente: “tenemos que reconocer que los constantes crecimientos de las amenazas internas han puesto en vulnerabilidad a algunas instituciones del Estado, situación que no puede enfrentarse en algunos casos con las fuerzas civiles con que se cuenta y, aceptar ese hecho es tener la responsabilidad, de emprender acciones que sean lo suficientemente aptas para controlar la situación”. ¡Maravilla de párrafo con imprecisiones!

En primer lugar, ¿Cuáles son esas amenazas internas? Es acaso ¿el combate al narcotráfico? ¿La trata de personas? ¿La corrupción de los funcionarios públicos? ¿Los ensayos nucleares de corea del norte?

En segundo lugar, expresa que se han puesto en vulnerabilidad a algunas instituciones del Estado. Es acaso ¡Al poder Judicial? ¿Al poder legislativo? ¿A los órganos autónomos? ¿Al aumento del salario de los legisladores?

En tercer lugar, el dictamen dice que son “situación que no puede enfrentarse en algunos casos con las fuerzas civiles con que se cuenta”. ¿Es esto acaso un reconocimiento a la deficiencia de la policía? ¿Se refiere a las fugas carcelarias? ¿O a la declaratoria de huelga de hambre de Duarte? O ¿a todas estas situaciones?

La falsa retórica que noto en la ley es que promete algo que no cumple desde su motivación y fundamentación: ser preciso. Y esto, véasele por donde se le vea es violatorio a Derechos Humanos. Aquí solo mencioné unos párrafos de la justificación del dictamen, pero la propia ley incurre en varios errores técnicos. A todo ello debe recordarse que México está siendo actualmente juzgado en la Corte Interamericana por el uso de la fuerza militar en acciones civiles (Caso Alvarado Espinoza contra México) y ya ha sido señalado por la desaparición de personas por parte de militares en uso de la fuerza “aparentemente” legal (Caso Radilla Pacheco), por lo cual una falsa retórica no puede ni debe ser utilizada para seguir cometiendo violaciones a Derechos Humanos.

*El autor es licenciado en Derecho experto en temas de Derechos Humanos
 

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