Complica inflación

El panorama para que el Banco de México (Banxico) controle la inflación se ha vuelto más complejo.

La Junta de Gobierno de Banxico recordó que, de septiembre a noviembre de 2017, la tasa anual de inflación repuntó de 6.35 a 6.63 por ciento. Y, en la primera quincena de diciembre pasado se aceleró más de lo previsto: a 6.69, su segunda tasa más elevada en 16 años.

El banco anticipó que bajarla a 3 por ciento sería posible hasta finales de este 2018.

Esas previsiones, indicó Banxico, enfrentarían riesgos: que pierda el peso, una desfavorable renegociación del TLC, una reacción adversa de los mercados a las acciones de política monetaria o fiscal en EU o a una volatilidad asociada al proceso electoral de 2018.

Por tal motivo, para la mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno el balance de riesgos para el crecimiento económico continúa sesgado a la baja.

Alertaron que ello se debe principalmente al entorno de incertidumbre que ha prevalecido, especialmente con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

A través de una minuta indican que este riesgo para el crecimiento ha afectado considerablemente a la inversión y posiblemente es una de las causas de la desaceleración del consumo respecto a lo observado en la segunda mitad del 2016.

Para algunos integrantes de la Junta de Gobierno, también se suman a los riesgos la normalización de la política monetaria en países avanzados y la incertidumbre asociada a las elecciones del próximo año en México.

Desde el tercer trimestre de 2017 se tuvieron presiones sobre la cotización del peso asociadas a diversos factores, especialmente las renegociaciones del TLC y la normalización de la política monetaria en EU.

La mayoría de los miembros señaló que, en ese periodo, la economía mexicana registró una contracción, reflejo de la desaceleración de algunos componentes de la demanda agregada desde finales de 2016, de los efectos de los sismos y la baja producción petrolera en septiembre.

Fuente: Agencia Reforma