CARACOL, UN MUSEO PARA TI

Avances en la evaluación del riesgo sísmico en la ciudad de Ensenada

Por Luis H. Mendoza Garcilazo*
sábado, 20 de octubre de 2018 · 00:00

Dentro del marco de la Semana Nacional de Ciencia y Tecnología promovida por Conacyt, dedicada este 2018 a la reducción de riesgos ante fenómenos naturales como terremotos, huracanes y otros, fui invitado a participar el martes 23 de octubre a las 10:00 a.m. en Museo Caracol, Ensenada. Elegí este título y tema para mostrar que los avances para Ensenada son muy limitados y la ciudad sigue creciendo sin conciencia de este fenómeno.

Compartiré experiencias aprendidas del terremoto del 4 de abril de 2010 Mw=7.2 con epicentro en el Valle de Mexicali, el cual mostró la energía de este fenómeno y su potencial en segundos para causar daños en extensas áreas. El sismo además mostró la capacidad humana limitada de los 3 órdenes de gobierno para atender y responder a la gran mayoría de habitantes del valle y ciudad de Mexicali.

Causó daños tanto en la ciudad como en los ejidos del Valle de Mexicali, ubicados cerca al epicentro. Durante el recorrido por la zona rural afectada por parte de autoridades de gobierno, los habitantes expresaron al gobierno sus inquietudes y temores sobre lo ocurrido; la mayoría solicitaba al gobierno una explicación a manera de enseñanza sobre este fenómeno natural.

De esta experiencia surgió la necesidad por parte de los pobladores del Valle de Mexicali de recibir una capacitación para aumentar su seguridad ante un evento sísmico.

Solicité mi sabático y me mudé temporalmente a Mexicali, iniciando en mayo 2011 y concluyendo en su primera etapa en mayo 2012. Se visitaron y capacitaron personas en 13 ejidos en el Valle de Mexicali y 21 colonias en la zona urbana. ¿Por qué es importante informar y capacitar comunidades?

En los instantes posteriores de un terremoto de magnitud fuerte (6.0) a magnitud mayor (8.0) cercano a una zona urbana, usted, su familia y su comunidad pueden requerir ayuda, pero ésta puede estar muy limitada durante un período de tiempo. Esto, debido al tamaño del área afectada, que puede implicar el exceso de demanda de respuesta a emergencias, la pérdida de comunicaciones y/o la obstrucción de caminos.

Ante esto, lo recomendable es prepararlo a usted, a su familia y a sus vecinos en caso de un impacto por este fenómeno. El personal limitado de los servicios de emergencia no podrá ayudar a todos inmediatamente, por lo que sus conocimientos y aptitudes para la toma de decisiones pueden marcar la diferencia.

Con capacitación y práctica, y trabajando en equipo, se podrá lograr hacer mucho bien a una gran cantidad de afectados al tiempo que se protege a sí mismo para evitar ser una víctima más.

La preparación, planeación y habilidades de supervivencia individuales, así como la ayuda mutua entre vecinos y lugares de trabajo durante este período inicial son medidas esenciales para enfrentar la etapa posterior al impacto.

Como personas responsables, debemos preparar nuestros hogares y familias para estos períodos críticos. Mediante la planeación previa al evento, los vecindarios y lugares de trabajo también pueden organizarse juntos para ayudar a reducir lesiones, pérdida de vidas, y daños en propiedad.

La preparación por comunidades o vecindarios incrementará la capacidad de las personas para reducir sus necesidades de emergencia y administrar los recursos existentes hasta que la ayuda profesional esté disponible.

Los grupos que trabajan juntos y en coordinación durante el período pos-terremoto, logran mayor efectividad si cuentan con una planeación previa. Las experiencias muestran que los esfuerzos organizados desde la base pueden ser más exitosos si se implementan dentro de la estructura social y política de la comunidad: asociaciones vecinales, escuelas, lugares de trabajo, templos religiosos y otras organizaciones existentes. Ensenada, lo requiere.

*El autor es investigador del Departamento de Sismología del Cicese

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