LA COMEDIA POLÍTICA

Como dos ciegos, Santa Lucía...

Por Dan T
jueves, 1 de noviembre de 2018 · 00:00

Agencia Reforma/Ciudad de México

Yo sé que no debería hacerlo, pero realmente estoy sorprendido por el resultado de la dizque consulta nacional sobre el nuevo aeropuerto. Sí, sí, sí, ya sé que me van a decir que era una consulta amañada, sin controles de confianza, sin credibilidad, nomás para justificar una decisión ya tomada, qué cómo diablos podría ser tan iluso de creer que el resultado iba a ser distinto. Todo eso ya lo sé, pero en el fondo, muy en el fondo de mi alma (suponiendo que tenga alma) confiaba en que Andrés Manuel López Obrador no sería el idiota que siempre he pensado, pero me equivoqué: ¡sí lo es!

Según el amado líder, barón de la aeronáutica, estrella financiera y gurú de lo imposible, no nos va a costar tan caro cancelar una obra que ya lleva el 25 por ciento de avance. Si acaso, según el viejito chulo, vamos a tener que pagar unos 4 mil millones de pesos, y lo dice como si estuviera hablando de la tanda que recibirás la próxima quincena. A mí también me gustaría vivir en un mundo de ilusiones como el que habita Andrés Manuel, porque sólo así podría estar tan sonriente y tranquilo como él. Y es que a nuestro queridísimo y respetadísimo presidente electo se le olvida que ya se invirtieron 60 mil millones de pesos en lo que va de la construcción del aeropuerto. Esa lana ya se gastó, ya está ahí en los pilotes de la obra y si realmente se suspende, será como haber juntado todo ese dinero en el zócalo de la ciudad y haberle prendido fuego. Eso y regalárselo a mi ex para que se fuera de shopping habría sido exactamente lo mismo: tirarlo a la basura. Tú imagínate que empiezas a construir una casa y cuando ya tienes el piso, los castillos, las paredes y el techo de la planta baja, decides abandonar todo y comprar una nueva que, efectivamente, tiene un mejor precio, pero te queda a dos horas de tu trabajo y no a cinco minutos y, además, para llegar tienes que cruzar Ecatepec e Indios Verdes, que son tan peligrosos como empezar a contar dinero delante de un grupo de diputados. ¿Abandonarías tu casa a medias para irte a la más barata porque supones que así ahorrarías? Si dijiste que sí, es porque estás igual de güey que Andrés Manuel, porque no estás tomando en cuenta tooodo lo que ya gastaste en la casa que dejarías a medias: el terreno, el aplanado, los tabiques, las grava, la arena, el cemento, por supuesto; el maistro albañil, sus chalanes, las mordidas de las autoridades y hasta las carnitas del Día de la Santa Cruz. Eso es lo que estamos haciendo al cancelar Texcoco y optar por inventar dos mugrosas pistas en Santa Lucía, que por lo único que me gusta es porque a menudo me recuerda a alguien, dame tus manos, siente las mías, como dos ciegos, Santa Lucíiiia, Santa Lucíiiia.

Por cierto: dicen que el error de Enrique Peña Nieto al construir el aeropuerto en Texcoco fue utilizar cemento Cruz Azul. Que por eso quedó subcampeón en la consulta.

Disfraz
¿De qué te vas a disfrazar este Halloween? Si quieres ganar el primer premio en la fiesta, ponte una peluca rubia, una falta entallada y repite como un conjuro las palabras “Sole mío”, y será el fantasma de la mamá de Luis Miguel. Ahora que si quieres algo aterrador, ponte sobre la cabeza un letrero que diga “1 dólar = 25 pesos”, a todos espanta una devaluación. Y, claro, si tu fiesta es con puros políticos, vístete de gente decente y saldrán despavoridos.

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