Planeta desigual

No sorprende la desigualdad en el mundo, pero impacta su tamaño. En buena parte este cáncer ha provocado que el nacionalismo gane espacio globalmente. El sistema liberal les ha fallado a muchos.

Una distribución socialista de la riqueza implicaría que el 1% más rico tuviera el 1% del pastel. ¿Sabe cuánto tienen realmente? ¡47%!

El “Reporte Global de la Riqueza 2018” de Credit Suisse [(CS) vea un video en nuestros sitios] pinta una pirámide muuuy desigual. En la cima están 42 millones de adultos con fortunas mayores al millón de dólares que tienen el 44.8% de la riqueza y representan apenas 0.8% de la población.

El siguiente nivel incluye a 436 millones de personas con patrimonios de entre 100 mil y un millón de dólares. Representan 8.7% del total y concentran 39.3% de la riqueza.

¡84% de la riqueza del planeta en manos del 9.5% de los adultos!

El siguiente nivel lo forman los que tienen entre 10,000 y 100,000 dólares: 1,335 millones, 26.6% del total, que poseen apenas el 13.9% de la riqueza.

Lo más terrible es la base de la pirámide: 3, 211 millones de adultos, 64% del total, que apenas concentran 1.9% de la riqueza. ¿Sabe que es lo peor? Hace dos años esta base concentraba 2.4% de la riqueza. La desigualdad no mejora, sino al contrario.

Las regiones más ricas son Norteamérica y Europa. La primera con 34% de la riqueza y sólo el 5% de los adultos, mientras que Europa tiene 12% de la población y 27% de la riqueza.

No sorprende que la pobreza más marcada está en África: 12% de los adultos (igual que Europa) y apenas 0.8% de la riqueza.

El avance de China impacta: tiene 22% de los adultos globales. En el año 2000 concentraba 3% de la riqueza. ¿Y en 2018? 16%. ¡Se multiplicó por más de 5 en menos de 2 décadas!

Latinoamérica está tristemente estancada: 9% de la población y 2.5%. Su participación de hecho cayó 0.4 puntos porcentuales entre 2000 y 2018. Seguimos siendo la región del eterno futuro promisorio.

Desde una perspectiva de muy largo plazo la desigualdad se ha ensanchado. The Rule.Org estima que hace 2 siglos los países más ricos tenían 3 veces más que los más pobres. Para los años sesenta, eran 35 veces más ricos. ¿Hoy? ¡Tienen 80 veces más riqueza! (vea un video en nuestros sitios).

Metámosle lupa a México. La encuesta ingreso-gasto 2016 del Inegi revela que el 10% de los hogares más pudientes acumula 36% del ingreso, mientras que ¡todo el 50% inferior (la mitad más pobre) apenas representa el 20%! Otro dato escalofriante: el 10% superior ingresa 20 veces más que el 10% más pobre. Sí, 20 veces más.

Si le impactan estas cifras del ingreso, espere a conocer las de la riqueza. Según CS, el 10% más rico en México tiene el 69% de la riqueza, mientras que el 50% más pobre sólo tiene el 3.6%. Bueno, la firma suiza estima que el 1% más rico acumula el 39% de la riqueza.

Compare con otros países. ¿Australia? El 1% más rico concentra 22%. ¿Alemania? 29 por ciento. ¿China? 33%. ¿Rusia? ¡67%! ¿Canadá? 25%. ¿Estados Unidos? 35%. ¿Chile? 32%.

Me detengo en Chile porque, como dice CS, es el campeón de Latinoamérica. Por ejemplo, la riqueza promedio allá es de $62,222 dólares, 3 veces más que los $20,620 dólares en México. Otro dato interesante: en Chile el 36% de la población tiene una riqueza promedio menor a 10,000 dólares. En México es casi el doble: 66%.

A pesar de ser un país en vías de desarrollo, Chile ha hecho mucho mejor la tarea. Es natural que nos gane si su PIB per cápita en dólares corrientes ha crecido a una tasa del 4.9% entre 1980 y el 2017, el doble del 2.4% al que creció México en ese periodo.

El ejemplo de Chile demuestra que crecer a altas tasas de forma sostenida ayuda mucho. Pero ni siquiera esto es suficiente para cerrar la brecha de desigualdad en el mundo y sobre todo en México.

Sociedad y Gobierno tenemos que encontrar la forma de cerrar la brecha. Porque el populismo que está trayendo el enojo de los más pobres no es solución. Al contrario, es la receta más fácil para que crisis tan dramáticas como la de Venezuela se propaguen en el mundo.

En pocas palabras...
“El problema no son las crisis, sino el aumento en la desigualdad”.
Robert Shiller, premio Nobel de Economía.

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