LA TURICATA

De presidentes mexicanos

Por José Carrillo Cedillo
viernes, 28 de diciembre de 2018 · 00:00

Cuando Díaz Ordaz fue presidente, visitó los EU y en San Diego dio una conferencia de prensa, una señorita reportera del periódico local, le preguntó: señor presidente, ¿por qué permite usted que México sea el trampolín para que pase la droga a mi país?

Don Gustavo le contestó: Señorita, ya pensó usted que si no hubiera alberca… no habría trampolín? Sólo los mexicanos aplaudieron.

José López Portillo en su momento, tuvo que visitar también al presidente de EU en turno (creo, si no me equivoco, era Jimmy Carter) y al llegar a la Casa Blanca caía una gran tormenta sobre Washington, lo que obligó a la comitiva mexicana a bajar de sus autos y caminar un buen trecho sobre el pasto, que estaba anegado y el presidente arremango las valencianas de su pantalón para que no se mojaran.

Una vez que atravesaron el anegado patio y al llegar al salón de recepción, un ayudante se acercó y le dijo al oído, señor presidente…. Bájese los pantalones…

López Portillo contestó rápidamente… AH CARAJO, ¿TANTO LES DEBEMOS?

En esa misma visita, estando en el famoso despacho oval, al terminar de hablar con Carter, le pidieron al presidente mexicano que se esperara y entraron muchos deportistas norteamericanos pues los iba a condecorar el presidente norteamericano y en la foto, López Portillo apareció entre los deportistas… así nos ven… así nos tratan… somos su patio trasero, nosotros somos los buenos y ellos los vecinos.

A Miguel de Lamadrid Hurtado le tocó también la consabida visita y ofreció a su vez una conferencia de prensa… después de muchas preguntas de toda índole de todos los reporteros, una reportera, le dijo: señor presidente… ¿por qué los mexicanos tienen tantos hijos?, ¿es que les gustan mucho los niños?

De Lamadrid, socarronamente le contestó: señorita, más bien lo que nos gusta, son nuestras mujeres.

Cuando Carlos Salinas de Gortari tomó posesión como presidente a la ceremonia en Palacio Nacional como siempre fueron invitadas grandes personalidades y al final de la comida, se permitió la entrada al pueblo en general y formados en una larga fila iban pasando frente al nuevo presidente para lo que se conoce como el besamanos… y una señora que por su atuendo y figura se adivinaba fácilmente que era yucateca, al estar frente a él se escuchó claramente ante el micrófono de ambiente de la elegante trasmisión por la televisión… MÁRE… QUÉ CHIQUITO…!!

El presidente, la fulminó con la mirada…

jcarrillocedillo@hotmail.com

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