LUCES DE LA BAHÍA

Cochupo

Por Juan Zamora Hernández
sábado, 17 de febrero de 2018 · 00:00

Cochupo es la transacción ilegal que se hace en una organización para beneficio de una o más personas que son las que manejan un club, una asociación, sindicato, partido político o el poder gubernamental, para seguir mangoneando y ninguneando a los miembros de una agrupación.

Así vemos, por ejemplo, que en la época en que el PRI era absoluto, a un año de las elecciones ya sabíamos quién sería el próximo presidente. Esto, afortunadamente, me parece que ya se terminó, porque ahora sí se da la apariencia de que tenemos democracia y que el pueblo va a elegir por mayoría absoluta quién será la persona que nos gobierne en los próximo seis años.

Bueno, esto es lo que esperamos y creemos que va a suceder, aunque hay dudas al respecto con relación a la honestidad de los que ostentan el poder y que nos pueden dar la sorpresa de que el ganador sea el que menos votos tenga; bueno, esto es una mera suposición que espero no pase de eso. Y confiamos ciegamente que ahora sí el pueblo es el que ganara con el que logre la mayoría de la votación.

Aunque yo tengo mis dudas, pues el poder está centrado en unas cuantas manos y allá “arriba” van hacer su cochupo y ellos decidirán quién es el que ganara.

Esto no es de sorprenderse, pues estamos tan acostumbrados a todas estas anormalidades que ya no es ninguna sorpresa lo que pase, y esto sucede en todas las esferas sociales. Porque en los clubes sociales, como mutualista, liberales, etc., así como asociaciones civiles, públicas, sindicatos y demás organismos, siempre hay gandallas que con el apoyo de unos cuantos incondicionales nombran la directiva que ellos quieren, ignorando olímpicamente la voluntad de sus agremiados. Y si no, vean los ejemplos de los sindicatos de Pemex, del magisterio, de los Electricistas y de los clubes sociales, en fin, de todos los organismos privados o públicos en toda nuestra nación.

En mis tiempos, en la Confederación de Trabajadores de México (C.T.M.), existieron dos personas, aparte de don Fidel Velásquez, que se turnaban el poder; Jesús Yuren era uno y el otro no recuerdo su nombre por el momento, pero lo que sí recuerdo es que ocupaban una senaduría y una diputación, así es que cuando salían de la directiva del sindicato se iban a cualquiera de las dos cámaras: senadores o diputados. Y así vivieron toda su vida, y como ellos todavía sigue pasando lo mismo, no hay alternancia en las directivas de gobierno y organismos privados. Claro, con muy poquísimas excepciones donde sí hay respeto para sus afiliados, pero desgraciadamente son muy pocas.

Piensen y ustedes tienen la palabra, con esto me despido y hasta la próxima. D.M.

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