COYUNTURA

Camino hacia una economía del conocimiento

Por Eloísa Talavera Hernández*
martes, 20 de febrero de 2018 · 00:00

Hasta hace algunas décadas el conocimiento, la productividad, la educación y la tecnología no eran considerados como los principales determinantes del crecimiento económico. Más bien, se consideraba que la razón principal detrás de la expansión económica de los países era la acumulación de factores productivos como capital y trabajo, de ahí que gran parte de las recomendaciones en materia de desarrollo era invertir en activos físicos y bienes tangibles como maquinaria, equipo e infraestructura porque se reconocía que en la generación de riqueza el reemplazar o hacer más fácil el trabajo humano era suficiente para incrementar la productividad.

Sin embargo, los profundos cambios económicos que se han dado en la forma de generar valor agregado en los años recientes han puesto en claro que es el conocimiento aplicado a la producción el elemento central para aumentar la productividad, la competitividad y el ingreso de un país.

El concepto “economía basada en el conocimiento” engloba simultáneamente varios elementos que soportan y dan origen a la nueva dinámica económica por lo que es necesario, para estudiar y entender este fenómeno, identificar y separar sus componentes.

De acuerdo al análisis de literatura relevante y de la dinámica económica actual es posible argumentar que existen cinco grandes fundamentos o componentes que están inherentemente vinculados y relacionados con el surgimiento y el desarrollo de una economía del conocimiento en una región, en un país o en una ciudad.

Así, es posible hablar de una economía del conocimiento en aquellos lugares donde están presentes y se conjugan: 1. Un capital humano calificado y un uso intensivo del conocimiento en la producción; 2. Cierto grado de atractivo internacional, un buen nivel de competitividad y una clara orientación hacia el exterior; 3. Un marco institucional y un capital social que favorezcan la certidumbre y la confianza entre los agentes, y que disminuyan los costos de transacción de las actividades económicas; 4. Uno o varios sistemas de innovación en conjunción con una buena capacidad emprendedora; 5. Una adecuada y expandida infraestructura de información, comunicación y tecnología.

La existencia conjunta en mayor o menor grado de cada uno de estos componentes acerca o aleja a una región en particular, a la nueva dinámica económica y determina en cierto grado su desempeño económico actual.

Hoy por hoy, la economía basada en el conocimiento no es sólo una nueva modalidad técnica, es una realidad en los países desarrollados en donde no es sólo necesario tener un título profesional, si no tener amplios conocimientos en diversas áreas así como también estar perfectamente enfocado en un entorno específico.

El desarrollo y crecimiento sostenido y sustentable del país, debe de estar sustentado en la dinámica de crecimiento global; México no puede continuar aislado en un entorno internacional, que enfoca su potencial en función de las variables de la economía del conocimiento y no hacer lo necesario para enfrentar la nueva realidad económica del mundo, es urgente romper paradigmas y establecer una ruta certera darle a la presente y futuras generaciones, un camino óptimo para competir con cualquier nación.

* La autora es diputada federal

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