Dinosaurios

En los últimos días han estado saliendo en todos los medios de difusión (electrónicos, impresos y redes sociales), los nombres de los futuros integrantes del Congreso de la Unión; esto me parece bien, lo que veo mal es que la mayoría de los propuestos son muy conocidos y tienen años brincando de una cámara a la otra como viles chapulines; y no nada más eso, sino que también hay una gran cantidad de dinosaurios que son postulados para que integren el Congreso en este dos mil dieciocho.

Nuestro país cuenta con una población de más de ciento veinte millones de habitantes, y aquí es donde me hago la siguiente pregunta: ¿Qué no habrá unas cinco mil personas que tengan la capacidad para figurar como candidatos a los diferentes puestos públicos que están en juego?

¿Por qué en las listas aparecen ex gobernadores, secretarios de Estado, jefe de Gobierno de la CDMX? Y vemos con incredulidad los nombres de: Josefina, Yunes, Monreal, Robles, líderes sindicales y gobernadores que le heredan o quieren heredarles el hueso a sus hijos (Oaxaca, Veracruz, etc.) ¿Tan mal estamos que tienen que ser los mismos personajes los que nos sigan gobernando? Porque no nada más es un partido el que está proponiendo a los chapulines, sino que son las principales fuerzas políticas las que están haciendo que sean los mismos sujetos de siempre los que nos manejen a como les dé la gana.

Pero, otra vez el famoso pero, lo que es más triste es que los partidos pueden poner en sus listas a quien les sea más fácil mangonear; lo malo de todo esto es que nosotros, y me refiero a toda la nación, nos dejemos llevar por estos zánganos y votamos por ellos. Eso la verdad no creo que sea correcto, pues hasta los que están jugando como “independientes” son también dinosaurios triásicos que quieren seguir pegados a la ubre presupuestal.

La verdad, estos es de coraje o de risa, que vemos cómo nos han tratado y todavía seamos capaces de seguir apoyándolos, no importa el partido o la independencia, que salvo uno o dos son nuevos y parece que son personas que si quieren trabajar en beneficio de todos los mexicanos.

Esperando con toda sinceridad que esta vez sí seamos capaces de escoger a los mejores, me despido de ustedes recomendándoles que la única oportunidad que tenemos de cambiar es votando por quien ustedes quieran y deseen, pero ya no más por los mismos por favor, hay que darles oportunidad a los jóvenes que salen de la universidades, para que trabajen por el bien de México y su habitantes.

Con este exhorto me despido de ustedes esperando encontrarlos la próxima semana. D.M.