MITOS

El respeto a toda la vida humana

Por Carlos Lazcano
lunes, 26 de febrero de 2018 · 00:00

Los niños con discapacidad no deberían dejarlos nacer, sólo son un estorbo para la sociedad y dar apoyo es dinero desperdiciado. Palabras de la titular de la Secretaría de Educación del Gobierno de Quintana Roo, Marisol Alamilla Betancourt.

Leí estas palabras en una nota publicada en Facebook por una fuente no muy confiable. Lo grave de ellas me hizo buscar corroborarlas y ante mi sorpresa vi que no es una nota falsa. Este comentario me recordó los tiempos de Hitler, cuando se asesinaba a los discapacitados como parte de una política de Estado. Actualmente hay ciertos países del primer mundo en donde se mata por medio del aborto casi al 90% de los niños que vienen con Síndrome de Down.

Matar a un ser humano será siempre una tragedia, pero matar a un ser humano por sus discapacidades o simplemente porque no se quiere que nazca, sea por la razón sea, no deja de ser tragedia. Una sociedad que permite esto y que permite el aborto como una vía para supuestamente resolver ciertos problemas es síntoma de una sociedad enferma.

He conocido a un cierto tipo de mujeres, de esas que llaman *femininazis* promover el aborto como un derecho de la mujer, negando cualquier injerencia del hombre, y desde luego no dándole ningún derecho al no nacido. Al conocer sus argumentos, no me quedó duda sobre el adjetivo de “femininazi”. Prefieren matar a resolver, prefieren asesinar a ser solidarias y apoyar. Y lo hacen de una manera intolerante. De hecho, si por ellas fuera, desaparecían a los hombres.

Ahora es el aborto, matar a los hijos que no quieras, pero al rato, al igual que la mujer señalada al principio, van a querer matar a los discapacitados, ya que dirán que son un estorbo, tal como lo dice la dicha mujer. Seguirán con los enfermos terminales, tal como ya se hace en algunos países, para luego pasar a matar a los ancianos, ya que dirán que son improductivos.

Aún recuerdo las palabras de la Madre Teresa, cuando recibió el Premio Nobel de la Paz, en 1979. En su discurso defendió al no nacido y nos hace ver cómo el aborto es uno de los principales enemigos de la paz, ya que se hace que una madre asesine a su hijo, aun antes de nacer, y cuando una mujer llega a este extremo, es porque su corazón se ha endurecido como una roca.

A ningún ser humano lo podemos considerar como un problema, menos al grado de querer matarlo. Así es como los abortistas ven a los no nacidos. Es mejor resolver los problemas humanos con solidaridad, apoyándonos unos a otros, para hacernos la vida más feliz. Conozco muchísimos discapacitados que son realmente felices y han logrado muchas cosas, dándonos ejemplos de valentía y superación.

carloslascano@hotmail.com
 

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