LUCES DE LA BAHÍA

Carreteras de México

Por Juan Zamora Hernández
sábado, 3 de febrero de 2018 · 00:00

Hace poco tiempo realice un viaje por tierra a la Ciudad de México; inicié el viaje por el otro lado de la frontera y cruce la línea en Ciudad Juárez. Así recorrí varias autopistas y ciudades, cosa que me gustó mucho, pues pude admirar la grandeza de México y el adelanto tan grande que ha tenido nuestra República.

Vi fábricas, edificios de varios pisos, muchos autos nuevos circulando en todas direcciones, en fin, que me hizo sentir orgulloso de todos los adelantos que se ven, principalmente carreteras, que algunas son una maravilla, como es el caso de la autopista México-Tuxpan; no la recorrí, pero he visto en videos la maravilla que es esta vía de comunicación; otra también que es fantástica es la Durango-Mazatlán con su puente el “Baluarte” de más de cuatrocientos metros de altura, eso lo que leí sin estar seguro que tan alto esté sobre la superficie que lo soporta.

Viendo toda esta grandeza de progreso, pensé que nuestros impuestos sí están trabajando en bien de México, y que muchas obras espectaculares son obra del gobierno costeadas con las contribuciones de todos los mexicanos.

Bueno, eso es lo que se supone, y de que están hechas con dinero nuestro es cierto.

Pero, otra vez el maldito “pero”, resulta que por cada centímetro que recorres por estos caminos construidos con el dinero que nos quitan, hay que pagar el peaje, así como pagas la banqueta, el pavimento de tu calle, la instalación del agua y de la luz, en fin, que tienes que pagar todo lo que utilizas. Y que son nuestra desgracia, porque esta autopistas están concesionadas a particulares y la tarifa que tienen son altísimas, pues hay tramos en que pagas cerca de los trescientos pesos o más. Un ejemplo, es la autopista Tijuana-Ensenada, que seguimos pagando desde que se inauguró y cada día aumenta el costo del peaje.

Y entonces: ¿en qué se emplea el dinero de los impuestos?, que es mucho, pues te quitan el Impuesto Sobre la Renta, el Predial, el registro de tu casa, de tu automóvil si lo tienes, placas y el famoso IVA, que es un impuesto de los más altos del mundo. Y eso significa que por cada peso que ganas te quitan más de la tercera parte. Y si no, nada más haga cuentas y verá la miseria que le queda después de cumplir con sus obligaciones tributarias.

Esto verdaderamente es una injusticia. Y no nada más esto, sino que aparte todavía te suben el precio de los combustibles, y usted sabe perfectamente que al subir el precio de la gasolina automáticamente sube todo, pues la mercancía se tiene que mover a los centros de distribución y eso cuesta dinero. Hubo un tipo en Baja California, funcionario federal o estatal, que dijo lo siguiente: “El alza de la gasolina sólo perjudica a los que tienen automóvil”. Hágame usted el favor con las opiniones de este señor, está igual que la señora Robles, que también se aventó una opinión de lo más ridícula que se pueda imaginar. “La gente fácilmente puede vivir, tener carro pagar colegiaturas y casa con seis mil pesos mensuales”. ¿Cómo la ve? No es para dar risa, o morirse de coraje con estas declaraciones de nuestros funcionarios. Pero en fin, allá ellos y sus opiniones, yo nada más repito lo que vi, lo que la gente dice, preguntarme otra vez. ¿Para qué sirven los impuestos que pagamos?

¿En que se utilizan esos recursos? Por favor que alguien me oriente

Con esto me despido y hasta la próxima. D.M.

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