La otrora Ensenada tranquila

Es preocupante que en menos de una semana haya ocurrido dos hechos violentos que han puesto alerta a los residentes de la antes tranquila Ensenada y que ya tienen que andar con cuidado para no ser asaltados o peor aún, asesinados.

El primer hecho al que se refiere es el ataque armado a un automovilista en la carretera libre Tecate-Ensenada a la altura de El Sauzal, cuando un auto con hombres armados se le emparejó y disparó, al menos, en cinco ocasiones.

En el ataque el joven conductor actuó con rapidez para trasladar su vehículo con cinco o seis impactos de bala en carrocería y cristal, hacia la caseta de cobro en San Miguel donde solicitó auxilio a policías federales que ahí resguardan.

Por fortuna el hombre resultó con heridas, producto de los balazos que les dispararon y que hasta la fecha no se sabe qué pasó o por qué fue la causa.

El otro hecho ocurrió este sábado en la carretera libre Ensenada-Tijuana entre el fraccionamiento Cíbolas del Mar y la Cuesta del Tigre, donde un motociclista no contó con la misma suerte que la anterior víctima y cayó abatido por las balas del o los desconocidos que dispararon.

Extraoficialmente se dijo que el motociclista recibió cinco impactos de bala, quien quedó tendido boca arriba sobre el asfalto y ante la mirada atónita de quien circuló por ese tramo.

Alarma el hecho que dos hechos con semejanza hayan ocurrido a plena luz del día, eso habla que los delincuentes pueden hacer y deshacer sin que nada les pase, actúan con la seguridad que nada pasará y que nadie los identificará, mucho menos los detendrán.

También a la gente se le viene a la mente que sea un grupo de personas que simplemente ataca a sus víctimas al azar, por diversión a matar o simplemente que la gente ande armada en sus autos y ante cualquier conflicto de tránsito terminen el problema a balazos.

Son miles de cosas por las que pasan por la cabeza de la gente que circula de manera tranquila y que sale de sus viviendas hacia sus destinos, con la confianza en que llegarán con bien y sin ningún contratiempo, sin embargo, estas acciones violentas dejan mucho que desear al turismo y a los visitantes.

Sin duda alguna las autoridades municipales y la fuerza pública tiene en sus manos el poder actuar ante este tipo de ola violenta, de regresar al municipio y a los ensenadenses la tranquilidad que antes había, si no es así, la gente demostrará su inconformidad con su voto en las próximas elecciones.